PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo "Yo viví dos revoluciones: la revolución siria y cuando conocí a Bassel" Do

Do

"Yo viví dos revoluciones: la revolución siria y cuando conocí a Bassel"

H

 

El pasado marzo tuvimos la oportunidad de conversar con la abogada siria Noura Ghazi. Por entonces reclamaba saber qué le había ocurrido a su marido, el ingeniero informático y activista Bassel Khartabil, detenido en 2012 por las fuerzas de Bashar Al Asad. Hace pocas horas Ghazi ha sabido que Bassel fue ejecutado en 2015.

03 Agosto 2017 09:40

Fotografías de Guillem Sartorio.

"Está confirmado. Bassel está muerto. Hablaremos cuando me sienta mejor".

Desde hace escasas horas, Noura Ghazi, conocida entre activistas sirios como "la novia de la revolución", es viuda. Este martes le confirmaron que su marido, el reconocido ingeniero informático y ciberactivista Bassel Khartabil fue ejecutado por las fuerzas de Bashar Al Asad en 2015, tres años después de su detención y encarcelamiento en la prisión de Adra.

Desde su detención en 2012 y hasta hace apenas unas horas, Noura mantenía la esperanza de que Bassel estuviera vivo, ya que no había recibido ninguna comunicación oficial que lo desmintiera. Miembros destacados de la comunidad del software libre, activistas y profesores Harvard y el MIT se han movilizado los últimos años a favor de su liberación a través de la campaña #FreeBassel.

Esta entrevista tuvo lugar en Madrid el pasado mes de marzo. Por entonces, Noura aseguraba que sentía a su marido cerca todo el tiempo, que de algún modo seguía comunicándose con Bassel. A su vez, reconocía que existían muchas probabilidades de que hubiera sido ejecutado.

Noura es abogada y sigue viviendo en Damasco. Su trabajo consiste en defender los derechos de los detenidos y torturados en las prisiones sirias, así como recordar a la comunidad internacional que, además de víctimas civiles inocentes, la guerra en su país también ha causado miles de desapariciones, torturas y ejecuciones.

¿Cómo conoció a su marido?

Conocí a Bassel en 2011 en una manifestación en Duma, en la provincia de Damasco.

¿Qué recuerda de él en ese momento?

La primera vez que le vi pensaba que era extranjero porque hablaba inglés, después descubrí que era palestino sirio. Un amigo de Bassel fue detenido y yo le ayudaba con su detención. Desde entonces solíamos manifestarnos juntos y militábamos en el movimiento civil. Nos enamoramos y nos comprometimos. Planificamos nuestra boda y fue detenido justo dos semanas antes de casarnos.

Bassel Khartabil (Joi Ito).

¿Qué causas les unían durante las moviliaciones de la Primavera Árabe?

En primer lugar, la libertad de expresión. También el deseo por un país democrático y civil. Nuestro enfoque era luchar por la justicia social.

Su marido fundó la Electronic Frontier Foundation, un colectivo de ciberactivistas, con el que sentó las bases de una red para burlar la censura digital en Siria.

Él llevaba una oficina llamada Creative Commons en Siria, donde enseñaba a la gente a utilizar bien internet. La idea de Bassel era que la gente utilizase internet para abrirse al mundo, porque internet es cultura, es conocimiento. Él participaba en la edición de la Wikipedia, por ejemplo, y tenía conocimiento de Mozilla y Firefox.

Bassel fue detenido dos semanas antes de casarnos

Bassel era pacifista y fue el encargado de abrir internet a la población siria en medio una revolución social. De hecho, consiguió que los activistas sirios pudiesen comunicarse y organizarse contra Asad. ¿Cree que eso motivó su detención?

Sí, por supuesto.

¿Cuántas personas fueron detenidas por motivos similares?

Cuando el Partido Baaz llegó al poder en 1963 se inició un proceso de detención contra los Hermanos Musulmanes y los socialistas, y también se detuvo a miembros de la oposición. Esto sucedió en los años 80 y también en los 90. A partir de los 2000, cuando Bashar al-Assad llegó al poder, la situación mejoró un poco a nivel político.

La lucha contra ISIS legitima al régimen de Asad. Los activistas que están luchando por los derechos humanos pueden conseguir el apoyo del mundo, por eso suponen un peligro para el gobierno

Pero luego cambió.

En 2004, empezaron a detener a kurdos y a activistas. En 2005, volvieron a detener a intelectuales. Entre los años 2006 y 2009, en lugar de detener a los opositores, impedían su salida del país. Fue entre 2009 y 2011 cuando hubo una oleada de detenciones contra los activistas relacionados con internet.

A mediados de 2011 se anunció anunció una amnistía para los miembros de los Hermanos Musulmanes. Gran parte de ellos lideran ahora el islamismo radical.

¿Cómo le llegaron los rumores de la ejecución de Bassel?

Cuando iba a visitarle, Bassel me lo contaba todo, pero yo también recibía información de los detenidos que habían sido puestos en libertad.

¿Díría que Asad teme más a los activistas opositores o al Estado Islámico?

A los activistas, por supuesto. ISIS es una organización fundamentalista. El hecho de luchar contra ellos legitima la existencia del régimen porque está luchando contra algo malo. Pero los activistas que están luchando por los derechos humanos pueden conseguir el apoyo del mundo, por eso suponen un peligro para el gobierno.

¿Crees que el régimen sigue teniendo interés en silenciar a activistas?

Por desgracia la revolución se transformó en una guerra civil y nadie nos ve como activistas pacíficos. Todo el mundo ve solamente el régimen dictatorial y el extremismo de ISIS u otros grupos armados. Ahora estamos luchado más y más para decirle al mundo que estamos aquí, que nosotros somos la auténtica revolución. osotros somos el auténtico pueblo sirio.

¿Qué queda de la red de activistas que conociste al inicio de la revuelta en Siria?

El número de activistas pacíficos cada vez es menor en Siria. Muchos de ellos han sido detenidos, torturados y no sabemos nada de su paradero. Muchos están muertos. Otros están en los países vecinos o en Europa.

¿Están activos?

La gran mayoría, sí. Luchan a través de los medios de comunicación, por la defensa de los los derechos humanos y por una movilización civil en apoyo a Siria, sobre todo desde los países vecinos, donde viven muchos refugiados.

Como abogada, ¿qué consejo daría a estos activistas?

Lo más importante es la documentación, documentar lo que está pasando para no perder las pruebas y que quede registrado. La persona que trabaja en un ambiente político, tiene que separarse de sus prejuicios y opiniones. Hay que trabajar con transparencia, neutralidad. Nadie puede protegerles.

El tribunal militar tiene fiscales secretos y jueces secretos. Nadie conoce las causas que hay en esee tribunal

En Siria existen tribunales militares secretos y tribunales contra el terrorismo. ¿Usted ha estado en esos lugares?

Sí. Tenemos tres tribunales excepcionales en Siria, y el peor es el Tribunal de Campo Militar, que es el que juzgó a Bassel. Luego está el Tribunal Laboral y el Tribunal para el Terrorismo. Este último permite que el abogado defienda su causa, tenemos derecho de recusación y existen muchas posibilidades para cambiar el veredicto. Pero el tribunal militar tiene fiscales secretos y jueces secretos. Nadie conoce las causas que hay en este tribunal.

Usted sigue viviendo en Damasco. ¿Cómo es su vida allí?

Es una mezcla de miedo y...no hay nada en Damasco. No hay electricidad, no hay agua, no hay comunicaciones, no tenemos nada. Pero no puedo vivir fuera, mi alma está en esa ciudad. Es difícil pero para mí es el mejor lugar del mundo.

¿Cómo consigue trabajar y viajar con el permiso del régimen?

Me han prohibido viajar y cada vez que quiero salir de Siria debo pedir un permiso. Eso puede cambiar. Tengo que enfrentarme a mis temores cada día.

He plantado cara a la muerte muchas veces en mi vida

¿Y qué hay de la violencia en la ciudad, de los ataques?

He plantado cara a la muerte muchas veces en mi vida. Especialmente cuando visitaba a Bassel en prisión. En dos ocasiones, la persona que había a mi al lado cayó al suelo y su sangre manchó mi ropa.

¿Qué le dijo su marido la última vez que habló con él?

Bassel me llamó el 3 de octubre de 2011, tenía mucho miedo y me contó que iban a detenerle. A través de la administración de la cárcel supe que se lo habían llevado unos militares.

¿Cuál era el mayor miedo de Bassel en la cárcel?

Él no hablaba de su estancia en la cárcel, decía todo el tiempo que había sido su elección. Su principal sufrimiento era el cambio que estaba experimentando la revolución, pasando a ser una revolución armada y una guerra civil. Estaba preocupado por el futuro de Siria a manos de los grupos islamistas y extremistas y por la partición de Siria. Él tenía este miedo.

Bassel Khartabil (Joi Ito).

¿Cómo era siria en 2011, cuando la revolución todavía parecía posible?

Nos sentíamos vivos. Desde mi punto de vista, yo viví dos revoluciones. La revolución siria y mi propia revolución, cuando conocí a Bassel.

Hábleme de su boda en la cárcel.

Yo llevaba un vestido azul, nos encanta el color azul. Firmamos el documento de matrimonio y nos dijimos el uno al otro las palabras típicas del matrimonio. Fue un momento muy emotivo para nosotros y nuestros amigos. Después regresé a casa y escribí en la red que Bassel y yo nos habíamos casado. Entonces muchos periodistas nos entrevistaron, escribieron artículos y rodaron documentales sobre nuestra historia.

La oposición no trata los casos de desaparecidos tan bien como debería. Este es el motivo por el que las mujeres decidimos emprender esta lucha

Hace poco usted estuvo en Ginebra junto al mediador de la ONU como abogada de Familias por la Libertad, que agrupa a antiguos presos y familiares de detenidos y desaparecidos, tanto por el régimen sirio como por los grupos armados.

Es lo mejor que he hecho. Somos cinco mujeres con familiares detenidos y desaparecidos. Trabajamos para defender el derecho a saber y que se consiga un juicio justo. Estamos luchando para que se paren las torturas en los centros de detención de civiles y se permita la entrada de medicamentos y comida para los detenidos. Estuve hablando allí (en Ginebra) con esposas sirias que están sufriendo como yo.

El pasado febrero Amnistía Internacional denunciaba la muerte de 13.000 presos en la cárcel de Saydanaya entre el 2011 y el 2015. ¿Cree que los medios de comunicación internacionales olvidan a los presos sirios?

La mayoría han sido detenidos por tener familiares en los grupos armados de la oposición, o porque pertenecen a áreas específicas bajo el control de la oposición armada… No tenemos prisioneros políticos. Hay muy pocos. Muchos fueron asesinados por el Gobierno, por los grupos opositores armados, o están fuera de Siria.

¿Entonces, cuál es su postura?

Hay mucho ruido sobre los detenidos y los desaparecidos, pero no se traduce en resultados. La oposición no trata estos casos tan bien como debería. Este es el motivo por el que las mujeres decidimos emprender esta lucha, porque este es nuestro caso y vamos a luchar por él.

Dino Ahmad Ali.

Muchos consideran que el graffiti que unos niños pintaron en la ciudad siria de Daraa fue el inicio de la revolución en su país. ¿Lo recuerda?

Sí. Cuando los niños escribieron esas palabras nos sentimos libres por primera vez en nuestras vidas. Nosotros planeábamos hacer algo semejante a lo que había en Túnez y Egipto, pero fallamos porque había mucha seguridad en las calles. La gente en Daraa fueron los primeros en manifestarse y cuatro vecinos fueron asesinados por el Gobierno.

Después se extendió poco a poco por toda Siria, especialmente en la zona rural de Damasco, en Hama, en Latakia, Homs... Quizás fue el sentimiento más grande y maravilloso en nuestras vidas. Respiramos por primera vez.

¿Qué escribieron los niños en las paredes de Daraa?

Abajo el dictador.

share