"Tu equipo está hablando español a los clientes cuando deberían estar hablando inglés ¡Esto es América!"
Bienvenidos al capítulo 381.567.878 del documental de terror Racismo en Estados Unidos. Con la aparición estelar de un hombre americano blanco que se piensa que es el rey del mambo y que va descargando su ira xenófoba allá donde va. Esta vez, la ha tomado con los empleados del restaurante Fresh Kitchen de la avenida Madison de Manhattann que hablaban español.
“Tu equipo está hablando español a los clientes cuando deberían estar hablando inglés”, gritaba el hombre, que ha sido identificado como Aaron Schlossberg. “Lo he escuchado en todos. Él lo hablaba, él lo hablaba y ella lo está hablando. ¡Esto es América!”.
Sí, Aaaron, representas a la perfección el ‘This is America’ de Childish Gambino. Y recuerda que ‘esto es América’: los restaurantes que alimentan a Estados Unidos no serían nada sin los cocineros son de origen latinoamericano, que son mayoría.
Schlossberg, que es abogado siguió escupiendo veneno durante un largo minuto: “Me apuesto a que no tienen los papeles, así que mi próxima llamada será al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para que los echen de mi país”.
Y todavía añadió: “¿Tienen los cojones de venir aquí a vivir de mi dinero? Pago su seguridad social, pago por su habilidad de estar aquí. Lo menos que podrían hacer es hablar en Inglés”. Y puso la guinda llamando gorda a una de las empleadas y se fue.
Shaun King, de Real Justice que compartió el vídeo en las redes, dijo que 13 personas le habían contactado para explicarle que Schlossberg, que en su web dice hablar fluidamente el español, también les había acosado. Todos los altercados habían sucedido en Nueva York, desde 2015 hasta ahora. King anunciaba que los involucrados habían grabado la escena y que las iría colgando.
Sus arremetidas se dirigen a todos, sea porque identifica sus rasgos con una etnia o porque hablan un idioma distinto al suyo. Willie Morries ha contado como una vez Schlossberg le llamó “puto feo extranjero” y le dijo “yo soy un ciudadano y tú no”. También Isaac Saul lo recordaba para Aplus gritándole a un judío ultraortodoxo Haredi al que acusaba de ser un falso judío que estaba participando en una protesta contra Linda Sarsour, una activista musulmana que daba una conferencia en la ceremonia de graducación de la City University. Allí se reunieron otras personalidades de la alta xenofobia, como la islamófoba Pamela Geller y el icono de la ultra-derecha Milo Yiannopoulos.
Las investigaciones de los internautas han dado con una información al respecto: Schlossberg es donante republicano y apoyó la campaña a la presidencia de Donald Trump.
Por suerte, el abogado está recibiendo su castigo por haberse calzado todo ese racismo. Se le ha impedido el paso en el edificio donde trabajaba. Lástima, porque se había levantado un crowdsourcing para financiar unas rondas de mariachis cantando ‘La Cucaracha’ y un food-truck de comida mexicana en su oficina.
Otros abogados lo trataron como un apestado en las cortes de Queens el jueves pasado, donde acudió como si nada hubiera pasado a representar a un centro médico ante el juzgado. La gente lo reconoce por la calle y le toma fotos o lo graba, tal y como hacía él, pero sin esa agresividad sonada.
Por otro lado, el congresista Adriano Espaillat y el presidente del distrito del Bronx, Rubén Díaz, ambos progresistas, han rellenado una queja formal sobre el comportamiento de Schlossberg. "Lo que se vio en ese horrible vídeo de parte de el señor Schlossberg desde que se hizo viral, es una embestida insultante a los más de 50 años de progreso que esta nación ha hecho desde el movimiento de los derechos civiles. La osadía de perseguir y asaltar a transeúntes y clientes inocentes en un local comercial público es una ofensa a nuestra sociedad civil".
E incluso ha estado a punto de ser entrevistado por un reportero de la NBC, pero arrancó a correr maleta en mano y huyó.
