Denuncian que excavadoras de empresas privadas están destruyendo todas las pruebas que quedan de los asesinatos
El Gobierno birmano está arrasando fosas comunes para ocultar todas las pruebas de la matanza de los rohingyas. Así lo denuncia la organización Arakan Project, una ONG que ha contactado con el diario The Guardian para hacerle llegar un vídeo en el que aparecen excavadoras de una empresa privada que entierran y aplanan el terreno de una fosa común.
En las imágenes puede apreciarse un cuerpo en estado de descomposición, tapado por una bolsa de lona. Según denuncia el diario británico, el Gobierno birmano estaría intentando destruir las pruebas los asesinatos que llevan produciéndose desde el pasado mes de agosto contra la minoría musulmana rohingya.
La agencia de noticias Associated Press, denunció hace dos semanas la existencia de al menos 5 fosas comunes con cadáveres de la comunidad rohingya. No se sabe a ciencia cierta pero se sospecha que centenares de cuerpos han sido enterrados. A muchos de ellos les han desfigurado el rostro para evitar que fueran reconocidos si eran desenterrados.
La persecución de los rohingya lleva produciéndose desde hace años pero los niveles de violencia alcanzados tras el pasado mes de agosto han llevado a organizaciones como Human Rights a describir la masacre como una limpieza étnica. Al menos 5.000 rohingyas han sido asesinados y más de 600.000 huyeron de sus casas en solo 60 días desde que comenzara la violencia del 25 de agosto.
De acuerdo a la agencia AFP, las excavadoras no solo están intentando tapar las pruebas de las fosas comunes, también están destruyendo zonas de lo que un día fueron aldeas rohingya en un intento de eliminar su rastro de la Historia. Fotografías aéreas muestran antiguos asentamientos rohingya arrasados en el estado de Rakhine, aprovechando que sus habitantes han tenido que huir de sus casas ante la violencia.
El gobierno de Birmania ha negado en numerosas ocasiones que las masacres contra los rohingyas se hayan producido. Sin embargo, y para su sorpresa, el pasado mes un grupo de militares admitió que los 10 cuerpos de rohingya encontrados en una de las fosas comunes, en la aldea de Inn Din, habían sido asesinados por sus soldados. Eso sí, dijeron que todos habían sido asesinados por aldeanos y fuerzas de seguridad después de que estos últimos hubieran sido atacados unos días antes.