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Artículo Acusan a uno de los grandes nombres del porno ético de comportamientos abusivos Now

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Acusan a uno de los grandes nombres del porno ético de comportamientos abusivos

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Montaje Playground
 

Al menos 5 mujeres han acusado al director Nico Bertrand, uno de los estandartes del porno ético y feminista en España, de comportamientos abusivos y mentiras

anna pacheco

20 Febrero 2018 15:35

“Estar en una escena y babear porque tienes a una chica desnuda delante sería abuso de poder”. Son palabras de hace dos años de Nico Bertrand* (nombre artístico), director, productor, fotógrafo y actor de porno para la revista Sexo Mandamiento. En aquel momento, Bertrand compartía junto a la performer Anneke Necro un proyecto en común: BlackMind, una pequeña productora de Barcelona, ya desaparecida, centrada en divulgar y crear “porno ético”.

Sus vídeos eran distintos al porno mainstream: se cuidaba la dirección artística, se rompía con las dinámicas de género y se hablaba de parafilias desde la desestigmatización y rompiendo tabúes. El porno de BlackMind era considerado, desde fuera, como un porno “feminista”; y el mismo Bertrand alardeaba en charlas y conferencias, como el Salón Erótico de Barcelona o Valencia, de que era posible hacer otro tipo de porno.

Ahora, tres años después de que la productora echara el cierre, su exsocia, Anneke Necro ha hecho público un texto titulado Blackmind fue una mierda muy tocha en el que relata precisamente las conductas abusivas que sufrió por parte de Bertrand dentro de la productora.

"En pocas palabras decía que se aprovechaba del porno para conseguir citas con chicas. Decía: 'voy a rodar con tal y me la voy a follar'. O 'voy a decirle de rodar a tal persona para ver si me la follo'" (Anneke Necro)

“No estaba contento con ningunearme, con dejarme de lado en Blackmind y apropiarse de mi trabajo, sino que pretendía explotar mi imagen y mi propiedad intelectual a mis espaldas”, relata Necro en el post en relación a sus desencuentros laborales. La actriz relata cómo Bertrand le restaba protagonismo en los créditos denominándose como “director de algo que no había ni escrito ni dirigido en solitario”.

Por otro lado, Necro sostiene que Bertrand también se jactaba de las mujeres con las que mantenía relaciones sexuales “gracias a la productora”: “En pocas palabras decía que se aprovechaba del porno para conseguir citas con chicas. Decía: voy a rodar con tal y me la voy a follar. O: voy a decirle de rodar a tal persona para ver si me la follo”, explica Necro en conversación telefónica con PlayGround. Esta performer inició su andadura empresarial con Nico cuando tenía 26 años.

La actriz asegura que en una ocasión se comportó de forma tan insistente en una fiesta con sus amigas que, incluso, le llegaron a pedir que no lo llevara más de acompañante. “Conmigo también tuvo un par de escenas desagradables. Por ejemplo, un día empezó a hablar mal de mi novio e insinuó que ya me daría cuenta un día de quién molaba de los dos [refiriéndose a él mismo]”, relata. Cuando cerraron BlackMind, ella lo bloqueó de todas sus redes sociales.

A raíz del post de Necro, otras dos mujeres que trabajaron con él han hecho públicas sus denuncias. En ambos casos, las experiencias que relatan son similares. Margot D. Darko tenía 20 años cuando recibió una propuesta de Bertrand para hacer una sesión de fotos. De eso ahora hace dos años.

Captura de pantalla de Margot D. Darko

Darko y Bertrand hicieron varias sesiones de fotos juntos y algún que otro vídeo porno. En una ocasión Bertrand participó como actor, el resto como director. Bertrand tardó más de un año y medio en enviarle el material. En mayo de 2015, un familiar de Darko se encontró con un vídeo de ella en una página web. Darko asegura que desconocía por completo la existencia de ese vídeo y emprendió acciones legales para que fuera retirado. Según Darko, Bertrand había vendido sus derechos de imagen a una distribuidora sin su consentimiento, algo supuestamente prohibido en el contrato que firmaron. Los contratos de content share —habituales en el mundo del porno, y en BlackMind— son acuerdos de colaboración en los que ninguna de las dos partes es remunerada. El único requisito es que ambos dispongan del material para explotarlo por su cuenta. Ese único requisito, al parecer, se lo saltó.

“Muchas veces me decía de ir a su casa o de ir a rodar de golpe, aunque no hubiera nada planificado. Luego me decía que no encontraba el material o que no había suficiente memoria o que lo estaba editando”, recuerda Darko a PlayGround. Ella entiende, ahora, que todo eso eran “excusas” que utilizaba con todas para “vender nuestra imagen sin su permiso o acostarse con chicas”. Darko admite que algunas cosas le parecían “raras” y que él parecía muy “impulsivo”, pero que tardó un tiempo en darse cuenta de lo que había pasado. Al igual que Anneke, Darko lo acabó eliminando de todas las redes sociales.

La actriz Lina Bembe se ha sumado a esta serie de denuncias a través de un vídeo en Youtube. En el vídeo se puede escuchar, a partir del minuto 7:10, una nota de voz del propio Nico Bertrand en el que se excusa por un material “perdido”. Las excusas de Lina son muy parecidas a las de Darko: falló la batería, o la memoria. El caso es que no hay vídeo. Nunca llega a quedar del todo claro el porqué.

"Me da rabia de que personas como estas puedan salirse con la suya. Y al mismo tiempo llenarse la boca de que su trabajo es porno ético o feminista. Me parece asqueroso" (Lina Bembe)

“Hago este vídeo porque tengo que admitir que yo he sido parte del abuso de esta persona. Me siento terrible conmigo misma. Me da rabia que personas como estas puedan salirse con la suya. Y al mismo tiempo llenarse la boca de que su trabajo es porno ético o feminista. Me parece asqueroso”, denuncia Bembe en su declaración de 15 minutos en Youtube en el que relata el comportamiento de Bertrand.

Bembe explica que entabló conversación con Bertrand cuando la productora ya se estaba disolviendo. “Había visto el trabajo con Blackmind y Nico me propuso de hacer algo juntos”, relata. Al principio todo fue bien: acordaron realizar dos vídeos al estilo “content share” (esto es, sin remunerar). Ese mismo día en el que se conocieron, acordaron grabar un tercer vídeo más, una idea más o menos improvisada que surgió durante la hora de la comida. Bembe relata que ese tercer vídeo fue algo más raro: se había hecho de noche y parecía que la iluminación ya no le importada a Bertrand, que era el director. No puso luz extra, explica. "Solo se encargó de poner la cámara en el trípode". También describe que, en esa ocasión, sintió que Nico parecía “más excitado y con ganas de tocar”. “Me pareció extraño, pero no lo cuestioné”, explica.

Bembe confiaba en su profesionalidad —al fin y al cabo Nico se dedicaba supuestamente a eso y le sacaba en ese momento algo más de diez años—. Bembe supuso que quizás estaba aplicando algún tipo de recurso artístico distinto. Nunca volvió a saber nada de ese vídeo.

Ahora Bembe entiende que abusó de su confianza. "Ahora me entero que no he sido yo la única con la que ha tenido este tipo de actitud. Si entonces tenía dudas al respecto, ahora me queda más que claro que Nico Bertrand me engañó para tener sexo conmigo”, aclara ella misma en el vídeo.

La performer Maria Riot también desvela un comportamiento similar con Bertrand. “Conocí a Nico Bertrand porque me interesó lo que hacía y admiraba el trabajo que hacía Anneke y como vi que ella formaba parte de la productora, confié y me reuní para realizar cortos juntos. Luego de eso me ofreció hacer dos videos con ideas mías, uno donde aparezco llorando y otro donde me toco junto a mi sintetizador”, explica Riot a PlayGround, quien se enteró solo un tiempo después, y no por Nico, que Anneke Necro hacía tiempo que ya no formaba parte del proyecto. En otra ocasión explica que se sintió “presionada” en el Festival del Porno de Valencia para realizar una actividad —masturbarse frente a 10 personas— porque Nico se le había pedido como “favor”. Según Riot, Bertrand nunca le explicó muy bien en qué consistía exactamente esa actividad hasta el mismo momento en que le tocó hacerla, y le pagó con una cerveza.

"Abusos, mentiras, una farsa para montar algo que en realidad no es. Lo peor de todo es que esto sigue sumando más estigma a una industria ya de por si teñida de moralismos" (María Riot)

“Ese mismo día dio una charla junto a Amarna Miller sobre porno ético donde remarcó más de una vez acerca de condiciones laborales y que no se baboseaba ni follaba con las actrices”, explica Riot a PlayGround. Bertrand también hablaba de “salarios igualitarios” en sus entrevistas a pesar de que casi nadie cobraba y todos los acuerdos eran “content share”, como los de todos los testimonios aportados en este reportaje. Riot dejó de mantener contacto con él, le llegaron comentarios de Nico que no le gustaron y además vio que estaba vendiendo los vídeos que hicieron juntos con las “etiquetas horribles y machistas que él mismo criticaba” de puertas para afuera. El vídeo de Riot llorando se llama “Crying like a bitch for her ex boyfriend”. “Es repudiable. Desearía desaparecer porque está usando imágenes para algo que jamás acordamos”.

Otras personas de la industria que han trabajado con él también se han posicionado en los últimos días, como la trabajadora sexual Natalia Ferrari, quien posó para Bertrand durante una sesión de fotos. Ferrari explica que si bien no vivió situaciones “graves”, sí recibió comentarios de compañeras que la alertaron en torno a Bertrand. También reconoce que, echando la vista atrás “había situaciones que pasaron entre nosotros que no tendrían que haber sucedido en una relación fotógrafo/modelo. Otra actriz, Viktoria Vaar, relató en un post de Twitter su experiencia con Bertrand. Vaar explica que no hubo abuso, pero que pudo estar cerca. También remarca la actitud “impulsiva” de Bertrand, insistente para ir a rodar “la misma tarde en la que se conocieron", incluso aunque Vaar no conocía los detalles del acuerdo ni tenía una copia del contrato. La mujer declinó la oferta y el rodaje finalmente no se acabó produciendo.

La directora de arte Cintia Shapiro también explicó a través de tweet sus impresiones respecto a Bertrand después de hacer una entrevista de trabajo con él. Shapiro explica a Playground que Bertrand se comportó como un tío un poco "baboso" y él le dio a entender, desde el primer momento, que iban a mantener relaciones sexuales. Todo eso pese a que ella le había recalcado, antes de quedar, que sus intenciones no pasaban por eso. Shapiro recalca que en la reunión le pareció "poco profesional" en todo momento. Lo describe como "típico colega universitario que se las da de intelectual y que se cuelga el pin de feminista". Shapiro explica que no paraba de "fardar" de su supuesta buena relación con Amarna Miller.

Erika Lust, productora independiente y pionera del porno feminista en España, indica a PlayGround que “apoya y anima a las actrices que están hablando y fuerte cada vez que se encuentran a hombres que abusan de su confianza y trabajo”. Lust explica que aunque ella no ha vivido situaciones “raras” con Bertrand, ha decidido retirar cuatro cortos suyos de Eroticfilms.com y de su tienda online al saber que han podido ser producidos en situaciones “poco éticas”.

“No es tiempo para tibiezas y tenemos que dejar en claro que ya hay suficiente mierda alrededor como para avalar algo así”, argumenta Riot. “Mintió y habló sobre porno ético y feminista pero solo demostró que el machismo se ha calado, una vez más, entre quienes estamos intentando hacer algo distinto. Abusos, mentiras, engaños, una farsa para montar algo que en realidad no es. Lo peor de todo es que esto sigue sumando más estigma a una industria ya de por si teñida de moralismos”, concluye Riot.

“Nico no es el único. Estamos hablando de Nico, pero hay muchos señores que están haciendo las cosas mal y que tienen una facilidad enorme para ocupar espacios. A mí y a muchas compañeras se nos cuestiona todo el rato lo que hacemos: si tenemos discurso feminista, si no lo tenemos, tenemos que hacerlo todo perfecto y no podemos cagarla", critica Necro, quien anima a las compañeras a trabajar juntas y a apoyarse.

Nico Bertrand, por su parte, ha desmentido todas las acusaciones en un comunicado en el que asegura que "jamás se me ocurruría abusar profesional o sexualmente de nadie, mucho menos de compañeras a quienes he llegado a apreciar mucho en su momento". Y sostiene: "lamento que las compañeras que ahora me critican puedan pensar que abusé de ellas, porque no fue en ningún caso mi intención".

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