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Han pasado dos años desde que los smartphones permitieron a miles de jóvenes de todo el mundo cumplir un sueño de infancia: ser entrenador Pokémon. Pero no solo los millennials se apuntaron a la fiebre de Pokémon GO; también los adultos compiten por ser el mejor maestro Pokémon. Con una base de millones de usuarios, conseguirlo no es fácil y algunos jugadores como Chen San-yuan han agudizado el ingenio.
El anciano de 70 años conoció la app gracias a su nieto y es un auténtico fan. Ha adaptado su bicicleta conectando 11 smartphones que lleva siempre bien visibles sobre su manillar para que ningún Pokemon se le escape.
Los móviles se alimentan de una batería portátil que evita que se apaguen durante su paseo diario y que le permiten una autonomía de 20 horas. San-yuan aún no ha llegado a ser el mejor entrenador, pero cuenta con el reconocimiento de su barrio en el que ya es reconocido como “shifu”, que significa “maestro” en chino.
Si el taiwanés conseguirá o no "hacerse con todos" es una incógnita. Lo que sí está demostrando es que su salud mejora con el juego. Ocho horas diarias en la bicicleta implican un esfuerzo extra para el anciano, un deporte que no haría si no usara la aplicación. Los estudios realizados sobre el tema lo corroboran, la actividad física aumenta en los entrenadores Pokémon.
La American Heart Association, el máximo referente en materia de cardiología en EE.UU, ha realizado una investigación sobre los beneficios de jugar a Pokemon Go y los resultados son sorprendentes. Jóvenes de aproximadamente 25 años fueron monitorizados antes y después del lanzamiento del juego y resultó que desde que comenzaron a ser entrenadores Pokemon caminaban de media casi 2.000 pasos más.
Pokemon Go está acercando la actividad física a los videojuegos, dos prácticas más bien opuestas hasta que apareció. Para capturar a estas criaturas hay que moverse, e incluso el juego incorpora funcionalidades específicas que dependen de caminar, como recompensas por los kilómetros recorridos o la necesidad de andar entre 2 y 10 kilómetros para que los huevos eclosionen.
El caso del anciano taiwanés no es el único en el que esta aplicación ha ayudado a un hombre mayor a mejorar su salud. En España, Amadeu Busquets, de 74 años , también dedica 8 horas diarias a capturar Pokémons. Comenzó a jugar para entretenerse durante sus paseos. Su diabetes le obligaba a andar todos los días 4 kilómetros, una actividad que con el tiempo le resultó monótona hasta que descubrió Pokemon Go. Actualmente es un auténtico maestro, con el nivel más alto en el juego.