De un tiempo a esta parte, la seguridad de algunas aerolíneas se ha reforzado para impedir el transporte de cargadores portátiles y baterías externas en el equipaje de mano de los pasajeros. Una de las razonas alegadas para ello es que, supuestamente, estos dispositivos pueden explotar de manera espontánea.
El vídeo que acompaña al artículo fue recogido en un autobús en la ciudad de Guangzhou, en la provincia china de Guangdong. Vemos cómo la mochila de un pasajero se ve repentinamente envuelta en llamas, sin ningún tipo de aviso previo ni movimiento extraño por parte de su dueño.
Por suerte, el hombre reaccionó a tiempo y tiró la bolsa llameante al suelo lo más rápidamente posible, por lo que ni él ni ninguno de los otros pasajeros sufrió daños. Tras unos pocos segundos, el fuego se extinguió por sí solo, pero por la cara del dueño de la mochila la situación tuvo que ser bastante intensa.
Tratando de evitar incidentes mayores, el conductor del autobús detuvo el vehículo y permitió que el pasajero saliera de él para deshacerse del causante del fuego. En la escena final de la grabación podemos ver cómo sacan un cargador, todavía envuelto en humo, que habría sido el que provocó el repentino incendio.
Precisamente situaciones como éstas son las que las compañías aéreas quieren evitar. Después de la histeria sufrida con el lanzamiento del Samsung Galaxy Note 7, cuyos primeros modelos parecían tener una batería defectuosa que explotaba espontáneamente, el miedo a los peligros de los dispositivos electrónicos se ha disparado.
El motivo de estas explosiones se encuentra en las baterías de ión litio, presentes en prácticamente todos los dispositivos electrónicos recargables que existen: desde teléfonos móviles, hasta coches eléctricos e incluso aviones. La propia naturaleza de estas baterías hace que puedan estallar en llamas sin previo aviso.
Esto se produciría por un sobrecalentamiento excesivo, que liberaría una reacción en cadena causante de imágenes como las del vídeo. La buena noticia es que la mayoría de los dispositivos que llevan estas baterías incluyen también todo tipo de sistemas de seguridad, precisamente para evitar estos incidentes.
Si te preocupa que alguno de tus dispositivos explote y se convierta en una bola de fuego en tu bolsillo, en tu mochila o en tu propia mano, los expertos recomiendan principalmente dos cosas: evitar dejarlos al Sol o cerca de una fuente de calor durante muchas horas, y dejar libres los sistemas de ventilación que la mayoría de estos aparatos incorporan.
Solo con seguir estas indicaciones, las probabilidades de que tu móvil o tu batería externa exploten son... ínfimas. Que no cero.
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