Mickaël Bimboes, esquiador de ‘freeride’ profesional, vivió una situación límite tras desencadenar una impresionante avalancha. O eso creía él...
La noche alberga horrores, y las montañas también. Sobre todo si te gusta el riesgo y te dedicas a desafiar a la naturaleza. De eso podría hablarnos largo y tendido Mickaël Bimboes, esquiador profesional de ‘freeride’ de origen francés. Mickaël tiene un canal de YouTube en colaboración con Solan Deouy llamado Winteractivity donde sube vídeos de sus trepidantes aventuras esquiando fuera de pista.
El ‘freeride’ o ‘fuera de pista’ consiste en elegir un recorrido no marcado en montañas vírgenes. Es bastante peligroso no sólo porque las pistas no han sido previamente aclimatadas, sino porque las pendientes son imponentes, existen obstáculos como piedras y saltos, y sobre todo porque la nieve es fresca y en polvo, lo que supone un gran riesgo de avalancha. Y eso es precisamente lo que le ocurrió a Bimboes en su última aventura para Winteractivity.
Como se puede ver en el vídeo, Mickaël no queda sepultado por la primera ola de nieve que le cae encima. Sin embargo, momentos después una segunda ola lo entierra bajo un metro de polvo blanco. Como Mickaël está entrenado para hacer frente a las desventuras de esquiar fuera de pista siempre lleva encima una mochila airbag antiavalanchas para evitar acabar asfixiado por la nieve. Vemos como aquí le ayudó.
Afortunadamente sus compañeros consiguen zafarse de la avalancha y comienzan la desesperada búsqueda de Bimboes. Se trata de una situación a contrarreloj, ya que una persona que queda sepultada por una avalancha se queda sin aire tras los primeros 15-30 minutos. Gracias a un dispositivo de geolocalización que llevaban consigo, los compañeros fueron capaces de encontrar a Mickaël en menos de 15 minutos, cuando ya se estaba quedando dormido bajo la nieve.
En el vídeo vemos cómo Mickaël comenta su experiencia límite, casi bromeando, tras ser desenterrado. “Me siento extremadamente eufórico, pero no sólo porque me alegre de respirar aire fresco, sino porque sabemos que ser enterrados bajo la nieve te coloca (…) No os voy a contar lo que estuve soñando bajo la nieve cuando Solan me desenterró, pero fue bastante agradable”.
La sorpresa llega cuando sus compañeros le explican que... la avalancha había sido provocada de forma artificial por ellos mismos, que la nieve que se había desprendido era nieve artificial colocada allí adrede, y que todo era “una broma”. Una broma de muy mal gusto, eso desde luego.
¿Cómo te quedas?