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6 minutos y 20 segundos: así fue el poderoso discurso de la superviviente de Parkland, Emma González

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La líder del movimiento Never Again demostró que a veces el silencio puede ser el arma más poderosa de todas

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26 Marzo 2018 15:47

“En 6 minutos y cerca de 20 segundos, 17 amigos murieron, 15 resultaron heridos y absolutamente todos en la comunidad de Douglas se vieron afectados para siempre”.

Así empezó su poderoso discurso Emma González, superviviente de la masacre del instituto Marjory Stoneman Douglas de Parkland y una de las líderes del movimiento antiarmas Never Again. Lo hacía ante las centenares de miles de personas congregadas frente al escenario principal de la Marcha por Nuestras Vidas (#MarchForOurLives) en Washington.

“6 minutos y 20 segundos con un rifle A-15 y mi amiga Carmen nunca volverá a quejarse de las clases de piano. Aaron Feis nunca llamará a Kira ‘Miss Sunshine’. Alex Schachter nunca irá a la escuela con su hermano Ryan. Scott Beigel nunca bromeará con Cameron en el campamento”.

Uno a uno, Emma fue desgranando todos los nombres de los fallecidos en la tragedia de Parkland. Cuando llegó al último de ellos enmudeció.

En silencio, Emma González aguantó en el escenario hasta que se cumplieron los 6 minutos y 20 segundos que duró el tiroteo.

Su discurso fue uno de los más potentes de una jornada histórica que también contó otras voces. Entre ellas, las de las más de 500.000 personas que salieron a la calle en Washington para exigir un cambio en la normativa de armas que rige en Estados Unidos.

Las manifestaciones, organizadas por el movimiento estudiantil Never Again, fueron replicadas en otras 800 ciudades, principalmente de EEUU, pero también en otras partes del mundo como España, Reino Unido o Australia.

Los eventos empezaron en la costa este y acabaron en el oeste del país. En todos ellos, un mismo reclamo: basta de normas permisivas en uno de los países con más armas de fuego por habitante. También el mismo miedo. “¿Seré yo el siguiente?", se podía leer en muchas de las pancartas que portaban estudiantes de 12, 13 o 14 años.

El pasado 24 de marzo supuso la eclosión de un movimiento que iniciaron los estudiantes de Parkland tras los tiroteos del 14 de febrero y que ya había mostrado su fuerza en la huelga del pasado 14 de marzo. Entonces, miles de jóvenes de todo el país marcharon durante 17 minutos, uno por cada una de las víctimas mortales, para denunciar las consecuencias de las políticas de armas en Estados Unidos.

Este sábado, los jóvenes de Parkland estuvieron acompañados por los supervivientes las masacres de Las Vegas, Orlando, Sandy Hook, Virginia Tech o Columbine. También por famosos como Ariana Grande o Miley Cirus. En el escenario destacaron voces como la de la nieta de Martin Luther King, Yolanda Renee King. “Tengo el sueño de que ya es suficiente. Este debería ser un mundo sin armas, punto”. O la de Edna Chávez, de 17 años, hermana de Ricardo, un chico víctima de la violencia armada. "He aprendido a agacharme para esquivar las balas antes de aprender a leer”, gritó Edna Chavez. Poco después, los cientos de miles de personas congregadas en la marcha corearon a una el nombre de su hermano.

Las manifestaciones, organizadas por el movimiento estudiantil Never Again, fueron replicadas en otras 800 ciudades, principalmente de EEUU, pero también en otras partes del mundo como España, Reino Unido o Australia.

Las emociones vividas, los cánticos, los discursos y las pancartas no desviaron el foco de las reivindicaciones más concretas. Los manifestantes exigen la prohibición de los rifles automáticos, mayores controles de seguridad y de antecedentes, cambios en las leyes que permiten la compra de armas con relativa facilidad, aumento de la edad legal para comprar armamento y un mayor compromiso de la administración respecto al uso y distribución de armas de fuego. Hasta el momento, el Gobierno estadounidense ha tomado tímidas medidas como la prohibición de los dispositivos “bump stock” y estados como Florida han promulgado propuestas a favor de mayores restricciones en el acceso a las armas. Propuestas, por cierto, contras las que la Asociación Nacional del Rifle (ANR) ya ha interpuesto demandas al considerar que el aumento de la edad legal de acceso a las armas viola la Segunda Enmienda.


Precisamente, la organización pro armas estadounidense fue una de las protagonistas de la jornada. Por un lado, por su silencio: la ANR no emitió ningún comunicado sobre las manifestaciones. Por el otro, por los ataques recibidos durante las manifestaciones. Lemas como “mantenga el dinero de la ANR fuera de la política” o discursos como el de Cameron Kasky, superviviente de Parkland, que acusó a la organización de “querer vender armas explotando los temores de la gente”.

Otro que también se mantuvo callado fue el presidente Donald Trump, que prefirió dedicar su jornada a jugar al golf. El mandatario republicano mostró su rechazo en Twitter a lo sucedido en Francia pero no mencionó en ningún momento las manifestaciones del sábado. La Casa Blanca emitió un comunicado felicitando a los “muchos jóvenes estadounidenses valientes que ejercen sus derechos de la Primera Enmienda [referente a la libertad de expresión] de la Constitución”.

Los estudiantes no solo tomaron las calles. Las redes sociales se llenaron de cientos de imágenes y vídeos que ilustraban el rechazo cada vez mayor a la violencia armada. También la redacción norteamericana de The Guardian sintió la influencia de los jóvenes. El diario pidió a los editores del periódico escolar Eagle Eye de Parkland que colaboraran cubriendo las marchas. Tras la manifestación, la coeditora de la publicación Rebecca Schneid, escribió en nombre de sus compañeros. “Hemos trabajado incansablemente para asegurarnos de que nuestras voces se escuchen en beneficio de los hombres, mujeres y niños que esperamos salvar cuando nuestro arduo trabajo fructifique en los pasillos del Congreso. Estamos agotados pero también nos sentimos empoderados”, resume la alumna de Parkland.


¿Y tras la marcha, qué? Los jóvenes estudiantes no se quedarán quietos. Desde el movimiento Never Again esperan remover conciencias, cambiar leyes e influir en las próximas elecciones legislativas de noviembre,que renovarán por completo la Cámara de Representantes y parte del Senado. Como resumía la propia Emma González al final de su emocionante discurso: salid y votad, salid y registraos en el censo electoral”.

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