PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo La reacción incrédula de un orangután cuando le hacen un truco de magia Content

Content

La reacción incrédula de un orangután cuando le hacen un truco de magia

H

 

“¿Cómo demonios lo ha hecho?”, parece que se pregunta

Playground community

24 Mayo 2018 09:27

¿Quién no ha intentado alguna vez sorprender a un niño con un truco de magia? Al principio, la experiencia tiene un pequeño aroma a superioridad; mientras ejecutamos el ejercicio hay una cierta sensación de recuerdo por nuestra parte, de empatía al repetir el ciclo de mostrar el juego que una vez nos fascinó y, finalmente, desvelar el truco pasando el testigo como parte del camino.

No todo esto puede hacerse con un simio, ni siquiera con un orangután, ahora que disponemos de fundamentos científicos que aseveran que los orangutanes son los primates superiores más inteligentes y más cercanos a la humanidad, más que los chimpancés, por ejemplo. Así lo mantienen en sus estudios los profesores Schwartz y Grehan, quienes señalan que orangutanes y humanos estamos en un grupo aparte de los chimpancés y los gorilas y que compartimos un eslabón común en la antigüedad, del cual divergimos más de un noventa por ciento de genes. Ambos profesores detallan en su estudio un total de 28 características físicas únicas compartidas con los orangutanes, mientras que con los otros grupos simiescos, el número de coincidencias decrece ostensiblemente.

Pero aunque no todas nuestras capacidades puedan ser reproducidas por este primo cercano, sí podemos sentir más que una afinidad académica, una responsabilidad ética quizá, acuciada por la empatía que nos despiertan sus gestos, costumbres, necesidades, sentimientos y, especialmente, miradas en las que no es difícil sentirse reflejado o reconocer las de los propios amigos y familiares. Emociones, capacidades y necesidades, juegos y bromas sugeridos y controlados en experimentos que no hacen sino refrendar científicamente la percepción intuitiva de cuasi-humanidad. ¿Quién como el orangután de este vídeo no se dejaría sorprender por el sencillo, eficaz y brillante truco de magia? El orangután sabe lo que es un cristal, sabe que la carta no debiera poder atravesarlo y llegar hasta él de la forma en que lo hace, por eso la coge y la toca y la huele, tratando de comprobar que es real. Y, luego, trata de emular el truco y presiona la carta contra el cristal sin conseguir el resultado. Quizá una versión de lo que hubiésemos hecho cualquiera de nosotros. Resulta casi conmovedor.

Diversos experimentos controlados señalan en estos simios respuestas intelectivas y emocionales a problemas, disyuntivas y situaciones en las que su actitud y reacción no es azarosa, sino final, resolutiva e incluso estratégica sin diferir demasiado de las decisiones que adoptaría un niño.

Deberíamos recordar esta afinidad, este enlace familiar, cada vez que nos encontremos en posición de oponernos a la constante degradación medioambiental en general y, muy en especial, cuando afecta a los espacios que habitan los orangutanes. Su territorio, sus junglas y territorios se están viendo mermados a toda velocidad y, con ello, su existencia amenazada. Qué menos que ejercer de custodios y protectores. Al fin y al cabo, los hermanos mayores tienen responsabilidades.

share