Miracle Milly es el perro más pequeño del mundo y también el que más veces ha sido clonado. Los investigadores tratan de entender los secretos de su genética
Dependiendo de tu edad, quizás eres de los que se quedaron en la oveja Dolly como el gran hito de la clonación en nuestros días, pero tenemos una noticia para ti: la cosa avanza viento en popa.
¿El último ejemplo? Este perro conocido como Miracle Milly, que ha sido clonado nada más y nada menos que 49 veces, ostentando no uno sino dos récords: Milly es el perro más pequeño del mundo y también el animal más clonado.
Cuarenta y nueve versiones genéticamente idénticas de este Chihuaha enano cuyas imágenes ya están dando la vuelta al mundo y de cuya supervivencia se dudó enormemente al nacer. Y es que este adorable perrito pesó menos de 30 gramos (como lo oyes) en el momento de venir al mundo y, atención, cabía acurrucado en la cavidad de una cucharilla de té, por lo que la acción de su madre humana, Vanesa Semler, una ciudadana natural de un pequeño pueblo de Florida, quien le alimentó durante semanas con mucha paciencia usando un cuentagotas, fue vital para su supervivencia.
Tras ser ‘coronado’ con el récord del perro vivo más pequeño del mundo en el año 2012, cuando ya pesaba lo mismo que una manzana, empezó a ser estudiado por los investigadores del Sooam Biotech Foundation en Seúl, Corea de Sur, quienes se interesaron por el código genético que se escondía detrás de su minúscula talla.
Con el objetivo de encontrar toda explicación científica al caso procedieron a extraer algunas células de Milly y utilizaron su núcleo (donde se encuentra el código genético, básicamente), para ser trasplantado en un óvulo con el que después se fecundaría a una perrita, en un proceso muy similar al que se llevó a cabo con Dolly en los años 90.
Poco después nacerían los primeros 12 clones (atención a los nombres: Molly, Mally, Melly, Molly, Mumu, Mila, Mary, Mimi, Moni, Mini, Mela y Mulan), quienes parecen exactamente iguales a Milly, tanto en aspecto como en personalidad –como puedes ver en el vídeo-, pero que en algunos casos son ligeramente más grandes que el protagonista.
Al parecer, y según han explicado los investigadores del caso, la ideal original fue la de crear solo diez clones, nueve para llevar a cabo la investigación en si y uno para ellos, pero finalmente se decidieron por hacerlo más veces y, a día de hoy hablan con orgullo de su hazaña: “Es increíble estar alrededor de todos esos clones, son muy listos y juguetones como Milly y tienen personalidades muy parecidas”, explican.
Para otros, sin embargo, Milly es un caso único y excepcional y nunca podrá ser igualado de exacta manera. De hecho, continúa manteniendo el récord del perrito superviviente más pequeño del mundo. Todo, gracias a los cuidados de su madre, que cuenta que Milly “solo come pollo fresco y salmón, y es capaz de decirme a su manera si algo no le gusta, por lo que tenemos que ir cambiando la comida cada día con lo que le apetezca (...) En casa la llamamos ‘diva’ porque cuando estamos grabándola —cuenta con más de 300.000 followers en las redes sociales— y tiene hambre, da la espalda a la cámara y se pone a lloriquear’.
Sea como fuere, Milly es un ejemplo más de los increíbles avances de la ciencia en lo que a clonaciones se refiere. ¿Cuáles serán los próximos hitos en este sentido?