La increíble broma que demuestra lo fácil que es hablar por teléfono con Donald Trump

Donald Trump es, ahora mismo, el hombre más querido y más odiado del planeta Tierra. Ambas cosas a la vez. Cada paso que da se convierte en un revuelo mediático y todos estamos atentos a alabar o criticar sus decisiones. La última (ya revertida) ha sido separar a los menores inmigrantes de sus familias.

Precisamente sobre inmigración le preguntó John Melendez a Trump en una broma telefónica que, por supuesto, ya está dando la vuelta al mundo. Melendez es un cómico estadounidense bastante mediático y mejor conocido como “Stuttering John” (John el tartamudo). Actualmente se hace cargo de un podcast donde recientemente publicó el audio de la broma telefónica a Trump.

Aunque parezca mentira, esta broma ha conseguido demostrar que la seguridad de la Casa Blanca y la perspicacia del propio Trump dejan bastante que desear.

Melendez se hizo pasar por un senador demócrata llamado Bob Menendez y tras varias conversaciones con distintos trabajadores de la Casa Blanca, el propio yerno y asesor de Trump, Jared Kushner, le prometió que el presidente le devolvería la llamada. Cumplió

Efectivamente, el propio Trump llamó al teléfono que el comediante le había dejado a su yerno mientras viajaba en el avión presidencial, el Air Force One. Lo primero que hizo el presidente estadounidense fue felicitar al falso Melendez por su absolución en un caso de soborno. “Hola Bob, ¿cómo estás? Felicidades por todo. Estamos orgullosos de ti. Felicidades y buen trabajo. Pasaste por una situación difícil y no muy justa, pero enhorabuena”.

Aunque la conversación comienza con un tono distendido, Melendez utiliza la ocasión para poner a Trump un poco contra las cuerdas preguntándole por su controvertida decisión sobre inmigración. Lo hace alegando que sus supuestos electores están muy preocupados por el tema. Trump, un maestro de lanzar balones fuera mientras se alaba a sí mismo, le contesta sin contestar: “Bueno Bob, déjame decirte que quiero poder resolver la situación tal como quieren todos los demás, en un nivel superior. Me gustaría llevar a cabo una solución grande en vez de una solución pequeña”.

El comediante también utilizó los escasos cuatro minutos de llamada para intentar sacarle a Trump detalles sobre un asunto que despierta mucha expectación: quién ocupará la vacante del Tribunal Supremo. Por supuesto Trump le da largas, argumentando que tiene “un gran listado de personas, Bob”.

La conversación termina sin que nadie sospeche la farsa. Trump se despide con cariño de Melendez y la Casa Blanca tira por la ventana su credibilidad —de nuevo— como organismo supuestamente bien engrasado.

A raíz del revuelo, el Servicio Secreto estadounidense se presentó en la residencia de Melendez. Al parecer el comediante pretendió no estar en casa, mientras al mismo tiempo escribía un tuit en su perfil de Twitter comentando la situación. ¿Una acción brillante o más bien descerebrada? Seguro que sus abogados tienen respuesta para esta pregunta, pues se pasaron todo el fin de semana con él planeando su potencial defensa.

El Servicio Secreto está delante de mi puerta. Supongo que mi querido amigo Donald quiere continuar con esto. Manteneos a la espera.

Esperemos que la Casa Blanca se tome un poco más en serio su trabajo a partir de ahora. Si no, seguro que escucharemos muchas más bromas telefónicas a Donald Trump en las próximas semanas. O algo peor.