Bebé cae de automóvil en marcha con su silla de seguridad y la madre que conduce ni se percata

Una mezcla de susto, rabia, indignación y “no-me-lo-puedo-creer”. Eso es lo que provoca el visionado de este vídeo subido a Facebook por el usuario Chad Cheddar, que es quien recogió el momento desde la cámara instalada en el salpicadero de su coche.

Su vehículo circulaba por una calle de Mankato (Minessota, EEUU) cuando fue testigo y parte de la escena que acabas de ver. Del coche que circulaba a unos 20 metros por delante de él, cae de repente un bebé. Al tomar una curva se le abrió una puerta trasera y de su interior cayó un niño de dos años, sujeto a su silla de transporte infantil.

Es evidente que hubo una serie de pequeños errores de seguridad: ni la silla iba bien anclada al asiento ni la puerta llevaba conectado el seguro, que impide que un niño pueda abrirla ni aunque tire de la palanca. Esos dos errores y la fuerza centrífuga hicieron el resto.

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Nos provoca sudor frío el imaginar que eso hubiera pasado en trágica sincronía con un coche que hubiera venido en dirección opuesta. O que Cheddar hubiera llevado una distancia de seguridad menor.

Pero Chad frenó inmediatamente y se bajó de su vehículo, corriendo hacia el menor. Otros ciudadanos presentes, que iban tanto en coche como a pie, hicieron lo mismo.

Quién no paró fue la madre que, al volante, siguió un rato sin enterarse de que su hijo había caído del vehículo en marcha. No le envidiamos el respingo de horror que debió dar cuando se dio cuenta de que su puerta trasera iba abierta y de que su niño ya no estaba en el interior del coche. Hasta que llegó al punto dónde Cheddar y otros cuidaban del niño, cada segundo debió de parecerle una eternidad.

Hubo que esperar, por supuesto, a que unos paramédicos certificaran que el niño no había recibido daño alguno. Como se suele decir, ese día volvió a nacer.

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