Los conductores del vehículo se vieron sorprendidos por un súbito y potente golpe de cenizas del Volcán de Fuego guatemalteco
La devastación del monstruo volcánico, con sus gases, sus rocas y su polvoriento aliento grisáceo volvió a sembrar el miedo en Guatemala, un país asolado por la mortífera erupción que se inició el pasado domingo. Ya se cuentan 70 fallecidos.
El volcán sigue dando sustos a la población y a los servicios de rescate, como el que nos muestra el vídeo que encabeza estas líneas. El pasajero de una camioneta patrulla grabó los instantes de incertidumbre vividos durante una nueva oleada de cenizas expulsadas por el ya famoso Volcán de Fuego, que ha afectado a más de 1,7 millones de guatemaltecos.
Las imágenes despiertan una tensa expectación al ver cómo la densa nube gris avanza inexorable hacia los lugareños, que huyen rápidamente para ponerse a salvo.
Las gigantescas lenguas de polvo son tan repentinas y veloces que apenas da tiempo a reaccionar. A los ocupantes del vehículo apenas les dio tiempo a completar medio giro antes de ser completamente engullidos por la negrura volcánica. Se puede escuchar a uno de ellos advertir a su compañero, pero todo termina en un instante. Ese en el que la imagen queda oscura, sucia y desolada.
Después de bastantes segundos de invisibilidad, salen de la camioneta y tratan de ayudar a otro afectado, aunque la confusión era tal que resulta imposible saber con certeza qué estaba sucediendo.
Lo que sí está clara es la capacidad y fuerza del fenómeno, que continúa dejando imágenes desoladoras, de cuerpos enterrados, viviendas calcinadas o huidas de impotencia frente a un Volcán de Fuego que ha arrasado ya las aldeas El Rodeo, La Reina, San Miguel Los Lotes y La Libertad.
“Nunca habíamos visto una cosa parecida”
Aura Concobar, vecina
Las cantidades de residuos vertidas dificultan las labores de rescate, mientras esos flujos piroclásticos expulsados —combinación de gases y sólidos— siguen acechando las inmediaciones. Incluso han alcanzado la ciudad de Antigua, designada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
La alerta roja permanece activa en los departamentos de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez. El propio presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha reconocido la indefensión del país frente a la situación, al no contar con más fondos o efectivos de emergencias que colaboren en las labores de control y de rescate.
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