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Quiso huir para evitar responsabilidades, y acabó con el culo quemado.
Además de ofrecernos un inusual espectáculo con llamas, el vídeo nos demuestra hasta dónde puede llegar la estupidez humana. La estupidez o el miedo. Lo que vemos es el momento en el que un coche arrastra una moto ardiendo, que a su vez va dejando un imponente reguero de fuego a su paso. Justo antes, el coche había colisionado con la moto. Según el parte policial, el motorista salió despedido del vehículo, cayendo a un lado de la carretera. ¿Pararse a auxiliar al accidentado? Sería lo normal, lo que debería ser. Pero este hombre decidió largarse de allí de la manera que has visto.
¿Consecuencia?
Moto y coche calcinados.
Olé.
Sucedió en la ciudad china de Chongquing. De alguna manera que se nos escapa, el conductor que decidió escapar no terminó de comprender que si arrastraba una moto en llamas, su vehículo terminaría ardiendo también. El fuego surgió a causa de la fricción contra el asfalto y de la gasolina que iba perdiendo la moto.
Al menos, ni motorista ni conductor sufrieron lesiones graves. El escapista fue sancionado con una multa y la retirada de varios puntos del carnet tras pasar 10 días retenido en comisaría.
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Siempre hay algún motivo para que alguien salga huyendo tras haber causado un accidente de tráfico. Lo más normal es que exista alguna conducta ilegal subyacente: que el coche sea robado, que el conductor se encuentre bajo la influencia de sustancias prohibidas, o que se trate de un inmigrante sin documentación en regla. Aunque es menos normal, también podría ser que el conductor no pueda permitirse pagar o exponerse a una multa, tanto por razones financieras como laborales. En todos estos casos los conductores deciden salir corriendo porque temen el obligado encuentro con la policía.
Pero la naturaleza humana no es tan simple. Aunque alguien pueda permitirse una multa y no tenga nada que esconder a la policía, puede ser que también termine dándose a la fuga por puro miedo inconsciente.
Miedo inconsciente, sí. En un siniestro automovilístico se nos desboca la hormona del estrés y nuestro cerebro deja de pensar con racionalidad. Hasta el punto que creemos que podemos escapar mientras arrastramos una moto en llamas delante de nosotros...
Las estadísticas, eso sí, son claras: la mayoría de las veces los conductores que se dan a la fuga terminan detenidos. O hay testigos capaces de recordar el número de matrícula del coche involucrado en el hit-and-run, o el coche ha sido previamente fotografiado por los radares.
Lo mejor es que tengas cuidado al volante y cumplas con la normas de seguridad vial. Y si te ves involucrado en un accidente, no huyas. La vida de alguien podría depender de tu ayuda.
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