"Que te jodan, a ti y a tu jodida gente negra. ¡Fuera de mi país!"
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“No podemos dejar que las acciones de unos pocos nos definan a todos”, decía Barack Obama un día después de que un francotirador disparase contra doce policías en Dallas y matase a cinco de ellos mientras patrullaban una manifestación pacífica por la muerte violenta de dos afroamericanos en incidentes con agentes. La sociedad estadounidense no está tan dividida como algunos sugieren, decía el hoy expresidente. Han pasado dos años desde entonces, y la sensación de casi todos es que EEUU vive una oleada de xenofobia y tensión racial alentada por determinadas posturas políticas.
Casi cada semana somos testigos de episodios como el que acaba de suceder en un autobús de Orangeburg, en el estado de Nueva York. El vídeo que encabeza estas líneas recoge el momento en el que una pasajera blanca se encara y se dirige a gritos a un grupo de pasajeros hispanos y negros que se encuentran pacíficamente sentados en la parte delantera del vehículo.
“¡Cállate, tú cállate y tú también cállate! ¿Tienes algún jodido problema? ¡Pues llama a la jodida policía!”, vocifera la mujer. “Ya sé que todos tenéis vuestros jodidos papeles... Estoy harta de vosotros, hijos de puta. Te lo digo a ti, a ti, a ti y a él. Estoy harta. ¿Tenéis papeles para estar en este país?”.
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La mujer sigue gritando: “¡Volved a vuestro jodido país! En este país tenemos algo llamado la Primera Enmienda, por la que puedo decir lo que jodidamente me apetezca, ¿ok?”
La cosa se pone aún peor cuando la mujer descubre que la están filmando. “¿Me estás grabando a mi?”. Baja los dos escalones hasta la plataforma frontal del autobús y se dirige al hombre que está grabando con un claro ademán de ir a pegarle. “¡Para! ¡Para!”, grita alguien. “Por favor, agarra a tu madre. ¡Agarra a tu madre! Es tu madre, ¡agárrala!”.
Según todos los indicadores, los grupos de ideologías racistas, sexistas y neonazi en Estados Unidos se multiplicaron el año pasado. El informe realizado anualmente por el Southern Poverty Law Center (SPLC), una organización que cuantifica los delitos de odio en el país, señala que los grupos extremistas antiinmigrantes crecieron de 14 a 22 en el 2017. Los grupos neonazis aumentaron un 22 por ciento, o de 99 a 121, indica ese reporte.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿tiene Trump, sus palabras, sus gestos y sus políticas parte de culpa en ese repunte?
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