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Hay vídeos que deberían llevar colgando un letrero con la inmortal frase “No lo intente vd. en casa”. O “en la carretera”. O un sencillo “¡Ni lo piense! No es usted un especialista de cine”. Porque eso es lo que parece este vídeo grabado el 27 de enero del 2018 en una rotonda de carretera de Attleborough, en las cercanías de Norfolk, Reino Unido.
Una pequeña furgoneta Citroën color plateado circula a tal velocidad que se come de lleno una rotonda. ¿Una simple distracción? ¿Un momento de miedo al darse cuenta la velocidad que llevaba y del peligro que supondría intentar girar de golpe? ¿Un conductor de otro país europeo que de repente recordó “¡Ahí va, si en este país conducen al sentido contrario!”?
Sencillamente, no la vio. No vio la rotonda.
Fuese como fuese lo que ha causado este error, el conductor tiene suerte de haber salido con vida de este salto que acabó con el coche volando a unos cuatro metros de altura. Esta medición se ha podido hacer gracias al vídeo que encabeza estas líneas, registrado por la cámara que llevaba en su vehículo el motorista Andy Deynes.
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Tres heridos ocasionó el improvisado especialista. Tuvieron que ser liberados de entre los restos del vehículo, aunque todos abandonaron el hospital al que fueron llevados a las pocas horas de su ingreso. Nada de gravedad excepto que habían vuelto a nacer.
Revisando la grabación todo parece un homenaje a los vuelos de los malos en cada capítulo de El Equipo A o al recientemente fallecido Burt Reynolds y aquellos films como Los Caraduras o Los Locos del Cannonball en los que aguerridos y despreocupados conductores hacían caso omiso de toda medida de seguridad en carretera para lograr en cada ocasión el mayor despropósito con vehículos de 2, 4 ó 16 ruedas.
Así que, recordad. Una vez más: el Cine es una cosa y la vida, otra. No hay alguien que grite “vamos a hacer otra toma” cuando algo sale mal. Así que dejad estas acciones a los especialistas, porque… algo saldrá mal.
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