Este individuo se ha ganado el apodo viral de “Rocky”, hurtado al mítico personaje cinematográfico creado por la escritura y la figura en pantalla de Sylvester Stallone. ¿Por qué? La grabación lo muestra de manera diáfana.
Por un lado, su vestimenta invernal, gorro de estibador incluido. Y por otro, y sobre todo, porque su avance, metro a metro, se logra a base de incansables puñetazos que no le van a valer, precisamente, el premio de Amigo de la Policía del año.
El vídeo se viralizó gracias a la atención atraída por las actividades de los llamados “chalecos amarillos”, movimiento reivindicativo interclases francés que se está tornando por momentos en movimiento anti-Macron, político que amenaza con caer por el despeñadero de la impopularidad al que parecen destinados los últimos Presidentes de la República Francesa.
Los enfrentamientos entre las agrupaciones de chalecos amarillos y las fuerzas del orden francesas han sido de todo menos edificantes: barricadas flamígeras, cargas, usos represivos de fuerza mayor, lacrimógenos, tanquetas y porra. Mucha porra.
Por eso ver a un hombre como este, haciendo recular a una unidad de antidisturbios con sus puños, pues como que llama la atención y es, casi, algo a admirar
Porque se demande lo que se demande por la banda de los chalecos y se mantenga el orden cómo se mantenga por la parte estatal, tomado aisladamente este vídeo no deja de tener cierta pátina de romanticismo rebelde y ciertos ecos eternos del París del 68, la imagen de un solo hombre cuyo empuje lidera una embestida que fuerza a un grupo de policías a retroceder.
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Hay instantes del vídeo en que parece que el improvisado boxeador pudiera llegar a Versalles marcando el ritmo de la misma manera en que aquel semental italoamericano del cuadrilátero subía aquellas míticas escaleras del Museo de Arte de Filadelfia. Pero se conforma con permitir que un grupo de media docena de agentes huya con el amor propio más herido que sus mofletes ante el púgil y sus acompañantes.
Este Rocky ya ha sido identificado por las fuerzas del orden. Se trata de Christophe Dettinger, que fue dos veces campeón nacional de boxeo de peso semipesado. Apodado el "Gitano de Massy", Dettinger asegura que con su acción se estaba defendiendo. En Facebook, escribió: "Fui gaseado junto a mi amigo, mi esposa, y en algún momento me vi arrebatado por la ira, así que sí actué mal. Actué mal, pero me defendí".
El propio Dettinger se ha entregado a la policía tras viralizarse sus imágenes.
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