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Esta es la razón por la que nunca deberías darle la espalda a un tigre

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Un zoo, una mampara, un grupo de amigos y un SUSTO

Playground community

25 Junio 2018 21:38

Si algún día se te aventuras por los bosques del este y sudeste de Asia, o decides hacerte el valiente y plantar los pies en el suelo en el safari park de turno, hay algo que nunca debes olvidar: no le des la espalda a un tigre, por muy tranquilo que parezca. Nunca.

¿Por qué? Este vídeo es un curso acelerado de lo que no debes hacer. O mejor dicho, de lo que el tigre hará cuando no mires. Suerte que aquí había una mampara de seguridad.

Te ponemos rápidamente en contexto. Unos chicos visitan un zoo, se muestran relajados y divertidos, y en un momento dado alguien lanza la observación mágica: “Quédate dónde estás. No te muevas. Está viniendo a por ti”. El chaval obedece, y el resto es puro espectáculo de la naturaleza... lejos de la naturaleza.

Los chavales observan fascinados y comentan la manera sigilosa, concentrada, con la que el felino se va a acercando. Al final, salto para derribar a la presa. El cristal de seguridad evita cualquier posibilidad de final dramático. Eso sí, el susto por el salto del felino no se lo quita nadie.

Ahora, piensa en esa misma escena, o en una parecida, pero en un entorno natural. ¿Qué harías? ¿Cómo reaccionarías? ¿Qué crees que sería más acertado? ¿Hacerle frente o correr como si no hubiera un mañana para evitar que nos atrape?

Probablemente nunca te veas en esa tesitura, pero llegado el caso, no está de más recordar estos consejos... y rezar por tu buena suerte.

Antes de nada, y como es lógico, debemos evitar en la medida de lo posible el estar en zonas donde es más fácil que un tigre pueda estar en libertad. Pero si nos encontramos frente a frente con este felino debemos intentar mantener la calma y retroceder lentamente. Nunca le mires a los ojos y mucho menos le des la espalda.

Sigue caminando hacia atrás hasta que estés lo bastante alejado del tigre como para que no pueda verte. Entonces, y solo entonces, deberás darte la vuelta y correr todo lo que tus piernas te permitan.

En todos esos momentos debemos intentar no parecer débiles y mantener la espalda erguida como símbolo de valentía. Si intentáramos correr o el tigre notase el miedo en nuestros ojos... amigo, estás perdido. En un par de zancadas nos habrá alcanzado, por mucho que seas el campeón de atletismo de tu ciudad.

Si notas que el tigre está a punto de lanzarse a por ti, los expertos recomiendan que hagas aspavientos y grites como un loco. Se trata de hacerle pensar que tú eres más peligroso que él. De asustarle, vaya.

También te puede ser de utilidad para distraer su atención y que no se fije en ti hacer un sonido fuerte o que no sea natural. Los tigres no están acostumbrados al ruido y estos podría ahuyentarles. Nunca te tumbes inmóvil aparentando no tener vida. Sería como ponerle la comida en bandeja, nunca mejor dicho.

El hombre no es la comida principal de este tipo de felinos pero sí puede atacarte y herirte de gravedad, o matarte. Así, el hecho de quitarles la comida, interferir entre una madre y su cría o dispararles son algunos de los motivos que llevan a un tigre a atacar a una persona.

Y es que, normalmente, los tigres se alimentan de otro tipo de depredadores como pitones o leopardos, asi como peces, liebres, pavos reales... Normalmente para cazarlos se valen de su fuerza y asestan un duro golpe a su presa para derribarla. Si la presa está algo alejada, no hay problema; un tigre alcanza los 90 kilómetros por hora. Ahora a ver quien es el listo que se lanza a correr delante de uno.

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