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Existe una cosa llamada (coge aire) Administración Estatal de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisión de la República Popular de China. A efectos prácticos, es un organismo censor: su última medida ha sido (vuelve a coger aire) prohibir que la cultura hip hop y que los actores con tatuajes tengan presencia en televisión.
La medida, que ya ha entrado en vigor, “requiere específicamente que los programas no presenten actores con tatuajes (tampoco calcomanías), que no hagan apología de ninguna subcultura, muy especialmente la cultura hip hop, ni tampoco de actitudes nihilistas (o decadentes)”.
El director de la Administración Estatal, Gao Changli mandó un documento interno en que se hacen algunas especificaciones más precisas y retóricas: fuera los actores “cuyo corazón y moral no esté alineada con las del partido”; fuera actores “vulgares, obscenos y de mal gusto”; fuera actores “cortos y sin clase”; fuera actores “envueltos en escándalos y sin integridad moral”.
Una de las primeras bajas que ha causado esta prohibición es la del rapero GAI, expulsado (por cauces no ortodoxos) del programa de talentos Singer, emitido en Hunan TV. La cadena de televisión también ha borrado todos los vídeos de GAI que tenían en su canal –el cantante, ahora, solamente se deja ver en el tráiler oficial del programa.
Otro rapero, VaVa, fue eliminado de un show similar, llamado Happy Camp. Triple H, un influyente hip hopero underground, también ha visto como su producción era eliminada de la mayoría de plataformas de streaming.
Las repuestas a esta ola censora ha enfurecido a muchos espectadores, que han hecho notar su malestar en Weibo, el equivalente chino a Twitter. “Es tan asqueroso”, escribía un usuario. “Quieren exterminar a todos los artistas hip hop chinos. Es un retroceso al pasado”.
“¿Cómo puede un gobierno culto seguir una lógica tan infantil?”, apuntaba otro ciudadano