La actriz dice que Tarantino "intentó matarla" al obligarla a rodar esta escena
Uma Thurman casi muere durante el rodaje de Kill Bill. La actriz lo ha revelado en una entrevista a The New York Times, en la que cuenta como Quentin Tarantino la presionó para conducir un vehículo que no estaba en perfectas condiciones y que debería haber manejado un especialista. A pesar de negarse varias veces, la intérprete se vio obligada a ponerse al volante. Como consecuencia, sufrió un gran impacto que ahora, tras 15 años, ha salido a la luz.
El polémico rodaje pertenece a la escena en la que el personaje de Thurman comienza a conducir para acabar con Bill. “Quentin vino a mi tráiler y, como a cualquier director, no le gustaba escuchar un no. Estaba enfadado porque yo les estaba costando mucho tiempo, pero tenía miedo. Tarantino me dijo: ‘Te prometo que el coche está bien. Es una carretera recta. Ponlo a 64 kilómetros por hora o tu pelo no quedará bien en cámara y haré que lo hagas otra vez’”, ha contado la actriz.
Sin embargo, Thurman no se sentía segura: “Estaba dentro de una caja de la muerte. El asiento no estaba atornillado correctamente y la carretera era de arena y no era recta”.
Los malos presagios se cumplieron. La actriz se estrelló contra un árbol que dejó sus piernas atascadas y el volante presionando su vientre. “Sentí un dolor y abrasador y pensé: ‘Díos mío, me voy a morir’”, ha contado. El choque le dejó las rodillas dañadas, una conmoción cerebral y el inicio de su enemistad con Tarantino: “Tuvimos una pelea enorme y lo acusé de intentar matarme. Él se enfadó mucho con mi comentario porque, supongo, no se había dado cuenta de que había intentado matarme”.
Decidida a demandar, Miramax le dijo que solo le enseñaban el material si firmaba un documento en el que liberase a la productora de cualquier responsabilidad por el dolor y el sufrimiento derivados del golpe. Thurman se negó y entró en bucle de peleas y enfrentamientos con Tarantino.
Ahora, 15 años después del suceso y en medio de la oleada de denuncias de mujeres por la violencia y acoso sexual que sufren en el trabajo, el director le ha dado el vídeo del accidente. “Ahora ya no importa. Mi cuello está permanentemente dañado y mis rodillas, hechas polvo”, ha sentenciado en la entrevista.
Como resultado, Thurman ha calificado el rodaje de Kill Bill como un proceso “deshumanizante hasta el punto de morir”. Por el momento, el director no ha hecho ningún comentario al respecto.