Joshe Ordóñez ha iniciado una campaña de recogida de firmas para “acabar con las prendas de Loewe que copian los diseños ecuatorianos”
Los diseños no dejan lugar a duda: la colección que Loewe tiene pensado presentar en el siguiente Salone del Mobile de Milán se inspira directamente en el imaginario del arte tradicional ecuatoriano.
O, como Loewe dicen en su nota de prensa, “la iconografía andina”.
¿Nos encontramos ante un caso de apropiación cultural? Según la periodista y diseñadora de moda ecuatoriana Joshe Ordóñez, así es.
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“La marca española Loewe está pasando por encima del arte ecuatoriano, robando a los artesanos los clásicos diseños que les son propios culturalmente”, escribe Joshe, en una petición de recogida de firmas dónde reclama ayuda para “acabar con las prendas de Loewe que copian los diseños ecuatorianos”.
Pese a que Loewe asegura que destinará todos los beneficios que genere la colección a “promover la educación de las mujeres en comunidades marginales”, la diseñadora considera que “la marca (Loewe) no está acreditando a los artesanos en sus comunicados”.
En una nota de prensa que Ordóñez ha hecho llegar a nuestra redacción, lamenta que el clima político de Ecuador haya provocado que este asunto pasara desapercibido. Del mismo modo, considera su iniciativa como “una gran oportunidad para mostrar al mundo los potenciales de una moda ecuatoriana que no está recibiendo el trato que merece”.
Para Ordóñez, una de las cosas más graves de este caso es que la sede la UNESCO, en París, sirva como uno de los marcos que den cobijo a esta polémica colección. “Me preocupa sobremanera que la UNESCO, según leo en la nota de prensa de Loewe, esté apoyando a esta campaña”, nos dice Joshe, vía mail.
La diseñadora, a su vez, comparte con nosotros un pequeño artículo dónde cifra el origen de las imágenes de las que se ha reapropiado Loewe. “Las figuras que adornan las prendas en cuestión representan a las mujeres de la cultura otovalo, de acuerdo con un estudio de Mendoza y Moncayo publicado en 2012”.
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“El dibujo (utilizado por Loewe) responde al nombre de ‘chismosas’ y hace referencia al momento en el que las mujeres ecuatorianas se encuentran y cotillean entre ellas. Las figuras de la imagen lucen la larga cabellera propia de las mujeres otovalo, así como su tradicional sombrero”.
Ordóñez, que dice haberse puesto en contacto con la jefa de marketing y con el director creativo de Loewe, considera insuficiente que la marca se limite a definir los diseños como “inspirados por las culturas andinas”, porque “uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los artesanos ecuatorianos es la pobreza extrema”.
