Hasta este preciso momento, si hubiese tenido que utilizar tres imágenes mentales para ejemplificar el concepto de “bajón” probablemente hubiesen sido estas:
La caja de galletas costurero.
La decepción de un padre.
El momento en el que asumes que nunca volverán a cerrar.
Pero, a escasos días de que empiecen las fiestas, ha llegado un nuevo exponente del bajoneo en su máxima expresión que puede reemplazar temporalmente a todas las anteriores.
Os presentamos a Spelacchio, el árbol de navidad de la ciudad de Roma, y nueva sensación de Twitter.
Sí, el árbol de Navidad Romano es tan pocho y ha generado tanto revuelo que alguien ha abierto una cuenta de Twitter en su nombre.
Sí, no es tu sensación, Spelacchio (algo así como “despellejado” o “pelado” en italiano) tiene mal aspecto.
Algo que no resulta demasiado sorprendente si tenemos en cuenta que el pobre abeto está muerto.
La tragedia de Spelacchio comenzó el pasado de 8 de diciembre, cuando llegó desde las Dolomitas (al norte de Italia), hasta la plaza de Venecia. Al parecer Spelacchio, al que han llegado a comparar con una escobilla de váter, no estuvo bien protegido durante el trayecto, y desde el primer momento en el que fue colocado todo el mundo empezó a comentar que tenía un aspecto frágil y poco frondoso.
El pobre Spelacchio no paraba de ser comparado con el espectacular árbol de Navidad de la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, y las críticas a Virginia Raggi ha sido duramente criticada por humillar a la ciudad de esa forma.
“Es una desgracia. Incluso duele mirar a este árbol de navidad”, dijo a The Guardian un romano diciendo indignado que parecía un “pollo desplumado”. “Cómo pueden poner esto en Roma, en una capital como Roma”, dijo otra mujer. Pobrecito Spelacchio.
Hay quienes han considerado a Spelacchio como un símbolo de la decadencia que está sufriendo Roma en los últimos años. “El árbol de roma está seco, muerto desde la llegada, es una metáfora del estado de la capital”, dijo un residente en Twitter.
Y, al parecer, no andaba muy desencaminado. Con los días, a medida que iba perdiendo sus hojas, la realidad se hizo evidente. Spelacchio no estaba enfermo, su aspecto no era fruto del fuerte viento que había azotado Roma en los últimos días. Spelacchio estaba muerto.
Después de que su fallecimiento fuese confirmado por el ayuntamiento, el propio Spelacchio comentó en su cuenta de Twitter: "Ya decía yo que me sentía extraño". En Twitter hubo quien preguntaba por su funeral, y como Internet nunca defrauda, en Facebook ya han organizado un evento.
Mientras tanto en Roma todos se señalan entre sí. El ayuntamiento acusa a los proveedores de pifiarla en el transporte y aseguran que el árbol estaba perfectamente cuando lo compraron. Al mismo tiempo, la asociación de consumidores de la ciudad pide que Spelacchio sea retirando inmediatamente por "el ridículo mundial que está haciendo el ayuntamiento de Roma", y exige responsabilidades, ya que la broma del abeto más abucheado de la historia le ha costado a las arcas del consistorio casi 50.000$.
