Cuando tienes una restricción alimentaria, ya sea por ética o salud, y acudes a un restaurante, sabes que estás a la merced del cocinero. Y cuando el cocinero decide marcarse una troleada y contarlo en internet, arde Troya. Eso es lo que ha pasado con la chef Laura Goodman, que ha recibido hasta amenazas de muerte por supuestamente haber “alegrado” con productos animales unos platos veganos en Carlini, su restaurante en Shifnal, Reino Unido.
Todo se supo porque Goodman hizo una serie de comentarios jactándose de lo que había hecho en un grupo privado de Facebook y los usuarios hicieron correr la voz.
Resulta que Goodman había estado cocinando todo el día para unos comensales veganos y vegetarianos platos que se ajustaran a sus necesidades. Y sin embargo, no los llegaron a pedir. Esto debió frustrar mucho a la cocinera, así que decidió vengarse.
“He ‘alegrado’ la comida de un vegano hace una horas”, dijo en un primer comentario.
“Una vegana piadosa y moralista (para quien me he pasado el día entero cocinando) se ha ido a la cama pensando que todavía es vegana”, añadió más tarde. Y también aclaró que no era solamente una persona, sino varias.
En pocas horas, sus deseos de venganza se le volvieron en contra. Centenares de comentarios sentenciaban su acción, algunos pedían que se la condenara por agresión, otros que se avergonzara de lo que había hecho y, otros tantos, que le dejaran una puntuación baja y una reseña negativa en TripAdvisor, para que así se desplomase del ránking.
Pero es que hasta un grupo de vegetarianos residentes en el pueblo del restaurante amenazaron con montar piquetes y pidieron a los comensales que no pusieran un pie en ese local.
La tormenta de críticas negativas a dejado el restaurante al borde del precipicio. De ahí que el socio de Goodman, Michael Gale, saliera en su defensa arguyendo que había sido un gran “malentendido”. Esta es la versión que explicó a The Telegraph:
“Laura se arrepiente absolutamente por los comentarios que hizo de madrugada después de un turno muy largo y demasiado alcohol”.
“No hay duda que no ha ‘alegrado’ la comida de nadie. Tuvimos un grupo de comensales vegetarianos y veganos que reservaron una mesa. Laura habló con ellos antes de que vinieran y sugirió que probaran algunos platos y ellos contestaron que les encantaría pedirlos. Pero en lugar de eso, cuando vinieron solamente pidieron dos platos del menú estándar, un plato de coliflor rustida y una pizza margarita, que obviamente tiene queso mozzarella de búfala”.
“Cuando una de las camareras fue a la cocina comentó que creía que uno de los veganos había estado comiendo esa pizza. Y el comentario de Goodman vino de ahí”.
“Laura jamás pondría en peligro el negocio en el que hemos invertido tanto esfuerzo. Está absolutamente mortificada por lo que ha ocurrido y solamente podemos ofrecer nuestras disculpas más sinceras por estos comentarios faltos de sensatez. Desgraciadamente, Laura está recibiendo amenazas de muerte que ya han sido reportadas a la policía”.
