Ilustraciones para inmortalizar lo que la memoria colectiva ya no alcanza: "Lo lamentable sería que estos oficios se olvidaran"
De entre todos las voces y ruidos que siembran las calles mexicanas, hay un montón de ellos que le gritan a tu estómago, como por ejemplo:
“¡Hay tamaleees, calientitos los tamaleees!”
“¡Fiu, fiiiiiuuuuu! ¡Camotes!”
“¡Merengueeeeeees! ¡Merenguitoooooooooos!”
Los gritan los vendedores que carretean por las calles camotes de tres colores, tamales, merengues, tacos, jugos y aguas frescas, pambazos, raspados y nieves, cueritos, algodón de azúcar, jicaletas y otros tantos bocados que tan solo escucharlos a metros, ya despiertan tu apetito.
Camotero
No hay duda que los llamados ‘industriales ambulantes’ que van ofreciendo sus productos y servicios tocan a diario la banda sonora de las ciudades. Su importancia en el paisaje mexicano fue reinvidicada por la Fonoteca Nacional que ha recogido cientos de estos sonidos, clasificados como “en peligro de extinción”, en un esfuerzo por conservar la memoria auditiva. Incluso el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) sondeó en 2011 a los mexicanos de todo el mundo para conocer cuáles de los ruidos urbanos les causaban más nostalgia. Entre los que apuntan al paladar, el del merenguero fue el más votado, y en la categoría general sobre oficios ganó el afilador.
Es una pieza tan clave para entender las urbes mexicanas que hasta esos sonidos llamaron la atención del artista francés Félix Blume, que los empleó en su proyecto audiovisual Los Gritos de México, expuesto en el Loop Festival de Barcelona en 2015.
Pero para los que que no hemos vivido rodeados de tal sinfonía y no conocemos la cara de sus cantores, la serie de ilustraciones Oficios mexicanos de ayer y de hoy, en los que un buen surtido de dibujantes inmortalizaron a los vendedores que hacen las delicias de los mexicanos.
Miguel Ángel Torres (Hueso), organizador de la inciativa Ilustrando en bola, el proyecto colaborativo del que nacieron estas bonitas estampas costumbristas, cuenta para PlayGround que se inspiró en el trabajo del francés Abel Briquet, que llegó a México durante el porfiriato y fotografió a personas realizando su oficio para una serie que llamó Tipos mexicanos.
'Descortezadores de café', Tipos mexicanos/Abel Briquet
“Decidí enfocarme en un tema local y mexicano, ya que no tendría sentido hacer los mismos temas de cultura pop que muchos colectivos de ilustración ya han hecho antes. En este caso, preferí dejar de lado lo taquillero, y canalizar el talento de la gente a la que invité para mostrar algo de los que nos hace únicos en el mundo”, cuenta Torres.
Para seleccionar los oficios a ilustrar, Torres investigó varias fuentes escritas, también acudió a la memoria de los padres y amigos y dejó que los ilustradores seleccionados propusieran su oficio.
Preguntado por si hay algún oficio cuya extinción lamente especialmente, responde así: “Creo que oficios extintos, como el sereno, ya no tendrían lugar en la cotidianidad actual, por lo que su desaparición no es algo que lamentar. Personalmente, creo que lo lamentable sería que estos oficios se olvidaran. Forman parte de la pequeña historia de nuestra gente y del lugar en el que vivimos, y por lo tanto es parte de quiénes somos”.
Pero hay un sonido casi imperceptible y privado que probablemente ningún documento recoja: el de las tripas rugiendo por el olor cercano de unos tacos callejeros y el de la saliva saliendo disparada preparándote para lo que se avecina. ¡Groooooarrrr!
