PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo La Iglesia posee una extensión de tierras tan grande como Chile sin uso público Food

Food

La Iglesia posee una extensión de tierras tan grande como Chile sin uso público

H

 

Un movimiento creciente reclama a la Iglesia que devuelva el poder de la tierra a quienes la trabajan día a día: los agricultores

Rosa Molinero Trias

10 Julio 2018 12:58

Un movimiento solidario está tomando fuerza en el campo estadounidense: distintas organizaciones se han alzado para que las iglesias cedan sus terrenos agrícolas a los campesinos sin tierras. FaithLands es la primera iniciativa que aúna a distintas comunidades religiosas, activistas de la soberanía alimentaria y campesinos con este mismo interés.

Tiene toda la lógica: si los campesinos tienen cada vez más problemas para acceder a la tierra en Estados Unidos y si una de las grandes tareas de la Iglesia es proporcionar alimentos a los necesitados, ¿por qué no ceder el espacio donde se pueden cultivar?

“Nuestra Escritura empieza con el Génesis en el jardín y acaba con la Revelación en un jardín de la ciudad, con Jesús en el medio invitándonos a comer. Si queremos transformar nuestro sistema alimentaria de una forma que sea beneficiosa no sólo para nosotros, pero para nuestros bisnietos, ¿cómo puede la Iglesia darle un uso a sus tierras?”, afirmaba la reverenda Nuraya Love Parish, activista de la alimentación sostenible y líder del Christian Food Movement, que participó en la jornada de Faithlands que tuvo lugar en marzo en el Paicenes Ranch, en el Valle Central de California.

Allí también estuvieron Land For Good, Family Agriculture Resource Management Services (FARM), The Greenhorns y hasta 35 representantes que definen su trabajo como “en la intersección entre la fe, la gestión ecológica y la agricultura”. Los primeros objetivos que se fijaron son claros: hacer inventario de las tierras que pertenecen a comunidades religiosas y que podrían ser aptar para la argicultura, crear un círculo de apoyos para que los granjeros puedan negociar esas cesiones.

Por suerte, muchas parroquias, conscientes de las grandes extensiones de tierras que posee la Iglesia (se estima que 716.293 km2, más o menos como el tamaño de Chile que es de 743.812 km2) se han sumado a esta iniciativa que quiere poner la infraestructura suficiente como para coordinar bien las ideas y el trabajo de distintos actores, que estaban teniendo lugar en distintos municipios.

Moses Kashem

Jillian Hishaw, experto agrícola de FARM, que ayuda a que las familias afrodescendientes no pierdan sus tierras, señalaba que la Iglesia es una entidad de servicio público, por lo que sus tierras también deberían ser de uso público y no solamente para sus miembros. Por otro lado, señaló que en las conversaciones que tuvieron lugar el pasado mes de marzo había echado en falta la presencia de nativos y tribus, que son los verdaderos propietarios originales de las tierras estadounidenses.

Uno de estos casos de éxito fue el de Moses Kashem, fundador del Urban Vegetable Project, que el año pasado empezó a trabajar media hectárea abandonada propiedad de la iglesia episcopal St. Simon en Miami, Florida. Tal y como contaba para Civil Eats, a día de hoy, su esfuerzo ha transformado la zona en un huerto que abastece a distintos restaurantes locales, a una comunidad que apoya a la agricultura (SCA) de 30 miembros y un Whole Foods. A cambio de esta cesión, de momento por 3 años, la parroquia se queda con el 15% de los beneficios que produzcan sus campos.

"Como una persona mucho más joven, fue un reto convencer a una congregación muy antigua de ver los beneficios de la agricultura (muchos de ellos la asociaron con la pobreza)", dice Kashem para Civil Eats. "Al principio, estaba muy molesto, quiero decir, este es un campo estéril, y estoy tratando de hacer que sea rentable para la iglesia. Tuve que hacer todo lo posible para mostrarles que esto es lo que amo".

share