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Artículo “Las mujeres deben comenzar a exigir que les paguen más que a los hombres" Food

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“Las mujeres deben comenzar a exigir que les paguen más que a los hombres"

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El primer congreso de la mujeres de la restauración en EEUU arroja a la cara una idea radical: si él cobra un dólar, ella debería cobrar más en base a datos históricos

Marc Casanovas

10 Octubre 2018 15:03

A veces los cambios radicales piden a gritos acciones aún más radicales. El primer gran congreso de las mujeres de la gastronomía en EE.UU, celebrado justo en el aniversario #MeToo, tenía esta premisa grabada a fuego.

“Para muchos, el movimiento #MeToo destapó una crisis en la industria de la restauración, pero esta no es una historia nueva y los problemas van mucho más allá del acoso”, aseguran Liz Murray, Elizabeth Meltz y Erin Fairbanks, portavoces de Women in Hospitality United (WIHU).

Elizabeth Meltz, Erin Fairbanks y Liz Murray

En el congreso destacaron temas de rabiosa actualidad buscando nuevas soluciones: carteles contra el acoso sexual colgados en las cocinas de todos los restaurantes de EE.UU, empoderar a las mujeres como solución y no como causantes del problema o una nueva psicología para luchar contra la depresión entre los profesionales.

Póster contra el acoso inspirado en el de primeros auxilios

Pero una idea despuntó por encima del resto con un punto de vista casi revolucionario: "las mujeres y las mujeres de color deben exigir cobrar más que los hombres en base a datos históricos".

"Es una idea radical". "Es demasiado provocativo". "Es imposible llevarlo a la práctica a gran escala". "Muchas mujeres no piensan lo mismo". "Los hombres se van a reír". Todo esto y mucho más escuchó Naz Riahi, fundadora y directora creativa de Bitten: a food conversation cuando planteó esta polémica premisa.

Significaría que los hombres tendrían que renunciar a parte de sus ingresos para permitir que las mujeres alcanzaran la igualdad.

Naz Riahi

Tunde Wey, chef, escritor y activista, inspiró esta idea. En su día cargaba un extra de dinero a los clientes blancos respecto a los de raza negra en su restaurante de Nueva Orleans. "Se informó a cada cliente acerca de la brecha salarial para explicar la diferencia de precio. Se abrió una oportunidad para la conversación, a veces significativa, a veces molesta, pero siempre importante", dice Naz a PlayGround.

Su propuesta busca aplicar este modelo en los restaurantes para empoderar a las mujeres y así poder exigir mejores salarios. "En la actualidad, cada vez que un hombre gana un dólar en EE.UU., una mujer blanca debería ganar 1,21 dólares para equiparlo con la brecha salarial del 21%. Y en el caso de una mujer de raza negra debería subir hasta los 1,37 dólares que representa la brecha salarial actual del 37%", dice.

Para cerrar la brecha el papel del sexo opuesto también es clave: "significaría que los hombres tendrían que renunciar a parte de sus ingresos para permitir que las mujeres alcanzaran la igualdad. Y permitiría que todos se sintieran responsables del sistema". Naz insiste que no defiende nada que no se base en hechos reales: "no es mi teoría, es la brecha salarial histórica entre hombres y mujeres en este país. La brecha salarial aumenta entre las mujeres de color y las mujeres latinas que ganan menos por el mismo trabajo".

El impacto puede ser enormemente significativo, cambiar vidas y ayudar a introducir una sociedad más igualitaria.

Naz Riahi

Para concienciar a los asistentes, se pidió a todos los presentes en el congreso que compartieran su información salarial. "Es una forma fácil de garantizar que a las mujeres no se les pague menos y de responsabilizar a los empresarios". Para Naz es la mejor manera de desenmascarar a los empresarios que perpetúan la brecha salarial en EE.UU porque se quedarán sin excusas para justificar que una cocinera con contrato cobre menos que uno de sus cocineros por una simple razón de género. "El impacto puede ser enormemente significativo, cambiar vidas y ayudar a introducir una sociedad más igualitaria", dice Naz.

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