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Tiene 67 años y es la reina absoluta del 'pole fitness'

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Se agarró a la barra por primera vez a los 59 años para luchar contra la osteoporosis. Hoy esta abuela jubilada es capaz de hacer cosas con las que tú solo puedes soñar

PlayGround

28 Diciembre 2017 16:38

Hay dos maneras presentar a Greta Pontarelli. Está su cara más costumbrista, representada, por ejemplo, por la imagen más reciente de su cuenta de Instagram. Esta:

Una mujer de edad madura entregada al candor de la Navidad. Una californiana "pensionista" que nos desea buenas memorias y paz interior y salud radiante para el año que entra. Esa es su cara más ordinaria —en el sentido de común—, porque luego está la Greta que no esperas, la atleta extraordinaria, la que pasa las horas riéndose en la cara de la gravedad.

Esta:

Sí, son la misma persona.

A sus 67 años de edad, Greta Pontarelli es una diosa del 'pole fitness'. Se agarró por primera vez a una barra a los 59 años. Y la culpa fue, en cierto modo, de su médico.

Pontarelli llegó al baile en barra buscando maneras entretenidas de fortalecer sus huesos. Sufría osteoporosis. Varias mujeres de su familia habían padecido la dolencia, habían acabado debilitadas por unos huesos que van perdiendo densidad hasta volverse frágiles, porosos, quebradizos. Ella no quería verse así. “Para fortalecer mis huesos necesitaba algún tipo de ejercicio que involucrara levantar pesas”, cuenta nuestra protagonista, “pero hacer solamente pesas es súper aburrido. Por eso decidí que el tubo era una buena idea”.

Las pesas serían su propio cuerpo, se dijo. Además, aquello combinaba ejercicio físico, baile y show. Probó con las artes aéreas y le gustó. Pronto empezó a dejar a todos con la boca abierta por su increíble talento para el ‘pole’.

“Fue amor en la primera lección. Al principio fue duro, pero fui constante y celebré mis pequeñas victorias”, rememora. “La barra se volvió una especie de adicción para mí. Después de un par de meses los movimientos se hicieron más sencillos. Las cosas simplemente me salían”.

Cuando sus compañeras y contrincantes se encuentran con ella, las miradas se van irremediablemente a su vientre planísimo, a su piernas de hierro, a su cuerpo fibrado, sin una gota de grasa. Pontarelli había hecho gimnasia de joven, pero llegó a la barra después de casi cuatro décadas apartada del ejercicio físico. Y lo cogió con ganas: en los últimos 8 años ha sido 5 veces campeona del mundo en la especialidad.

Lo suyo tiene aún más mérito si contamos con que en las competiciones suele triplicar la edad de sus rivales.

Y si hablamos de futuro inmediato, ¿ha pensado Greta alguna vez en retirarse?

No de momento. Y con su historia quiere inspirar a otros, hacerles ver que la edad no tiene por qué ser una limitación a la hora de plantearse hacer cosas nuevas, incluso esas que parecen impensables.

“Mi dedicación al pole como forma de arte ha empoderado mi vida de muchas maneras. Y siempre quiero exceder mi zona de confort”, cuenta a AP. “Ahora, en el seno de la comunidad del pole dancing, el techo de cristal se ha roto. Ya no solo es gente joven la que gana los campeonatos. Los límites de lo que la gente es capaz de hacer están siendo superados todo el tiempo”.

Ella, claro, piensa seguir forzando esas fronteras.

“Estoy muy feliz de poder convencer a las personas que nunca es demasiado tarde para soñar”.

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