Lo ha anunciado la Academia Sueca esta mañana: el galardón queda desierto en 2018 por causas de extrema gravedad
La Academia Sueca ha anunciado que no habrá Premio Nobel de literatura este año. Es la reacción al escándalo por el presunto acoso sexual de Jean-Claude Arnault, dramaturgo y codirector del Forum cultural asociado a la Academia Sueca, que había sido acusado por 18 mujeres.
En las últimas semanas, varios miembros de la Academia habían exigido que 2018 fuera un espacio para la reflexión y que no se entregara el premio. Más de cinco miembros de la junta presentaron su renuncia como protesta, por lo que no había quorum para entregar el premio. Peter Englund, uno de los académicos que dejó su cargo, dijo que “posponerlo sería lo mejor”, ya que otorgaría credibilidad a la institución.
Como explicó el secretario provisional, Anders Olsson, la Academia llevaba una semana debatiéndolo y ayer por la noche se ha reunió para tomar una deicisión definitiva, que ha sido anunciado esta mañana por Carl Henrik Heldin en un comunicado: se pospone el premio hasta 2019. Es la primera vez que la Academia toma una decisión de este tipo. El único año que no se había entregado el Nobel de Literatura fue en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial. "Una de las circunstancias que pueden justificar una excepción es cuando la situación [...] es tan grave que la decisión pueda percibirse como no creíble".
El escándalo estalló en noviembre, pero fue la renuncia de la secretaria permanente, Sara Danius, lo que precipitó los acontecimientos. Danius ocupaba el puesto desde 2015, y había intentado renovar el Nobel de Literatura introduciendo un carácter arriesgado, feminista y joven a la institución. Sin embargo, tras el escándalo, la prensa más conservadora del país, en vez de señalar la opacidad de una institución que había tapado abusos e irregularidades durante años, cuestionó el liderazgo de Danius, que terminó por dimitir.
Al final, la gravedad de los hechos se ha impuesto a las estructuras arcaicas de la Academia y las renuncias han surtido efecto. Incluso el rey Carlos Gustavo ha anunciado su intención de reformar las leyes internas de una institución. Quizá para algunos no haya un galardón tangible en 2018, pero lo cierto es que la tolerancia cero a los abusos sexuales ya se ha hecho con el Nobel.