Teo se va de bukkake

Nosotros, los millennials, hemos sido educados en la teocracia.  

Entiéndase esta doctrina política, religiosa y filosófica como una forma de vida que implica referenciar todo aquello que sea referenciable a la obra de Teo, que vendría a ser a España lo que Jorge el curioso a EEUU o Tin tin a los belgas.

Hay varios mecanismos de creación en la elaboración de memes sobre Teo. Una de las formas más populares es la que aúna la forma fija (Teo va al o Teo se va de) y un concepto totalmente descontextualizado: putas, cementerio o casino son algunos de los elementos que más se leen y que más aumentan los niveles de serotonina entre quienes disfrutan con los memes.

E incluso este concepto ha dado pie a crear páginas de Facebook: Teo se va de rave, página que está constituida por mil tipos de memes.

El Mundo Today, líder incuestionable en superar la realidad a través de la ficción, ha hablado alguna que otra vez sobre Teo, ese joven pelirrojo de sonrisa permanente, peto naranja y pupilas del tamaño de los ojos que se ha movido más que el baúl de la Piquer. Los términos en los que han hablado de este personaje están ligados a un lucro desmedido en base a la venta de unos derechos editoriales y a una supuesta visita a los tribunales.

Y precisamente porque Teo se mueve más que el baúl de la Piquer, porque no para quieto, un tal Sergio Vélez Sepúlveda ha organizado en Facebook una “Marcha para que Teo se quede un día en casa y descansa”. Quedada ficticia —o no, aunque la fecha prevista para tal evento es el 1 de enero de 2020— que ya cuenta con casi diez mil personas que acudirán.

No sabemos muy bien si esto nace a modo de venganza, de homenaje o sencillamente porque es un recurso más para hacer reír, pero la presencia de Teo en el imaginario colectivo español es más que evidente. Es que hasta una persona cercana me ha comentado que un primo suyo se llama Teo por culpa de o gracias al pelirrojo que se cuelga de la O en la portada de sus libros.