La derecha xenófoba gana las elecciones en la República Checa

El antieuropeísta y xenófobo Milos Foman se ha impuesto en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de la República Checa. Con un discurso anti-inmigración y euroescéptico, ha conseguido la victoria con un apoyo del 51,8 % de los votos.

Se ha impuesto al independiente y pro-europeo Jiri Drahos, que ha obtenido el 48,2 % de apoyo de los votantes cuando se había escrutado el 98% de las papeletas. La votación de la segunda vuelta se inició el viernes y ha terminado en la mañana de este sábado. La participación, del 66%, ha sido cuatro puntos mayor que la de la primera vuelta, celebrada la semana pasada.

Zeman, de 73 años, es prorruso, admirador de Vladimir Putin y abiertamente islamófobo. Cuenta con el apoyo del partido xenófobo SPD dirigido por el millonario Andrej Babos, que ocupa el puesto de primer ministro, y de los comunistas. Al contrario, su contrincante, Drahos, ha cosechado el resto de fuerzas democráticas eliminadas en la primera vuelta y partidarias de la Unión Europea y de estrechar lazos con la OTAN, para alejarse de un estilo político que todavía quiere ser próximo a Moscú.

Uno de los motivos que explicarían la victoria de Zeman es la crisis migratoria y de refugiados que viven los países de Europa del Este y que han levantado un fuerte sentimiento nacionalista en la región, así como el rechazo de la población (el 70%) al euro, por las consecuencias de la crisis griega.

El revalidado presidente ha criticado duramente a lo largo de su mandato la gestión comunitaria de la crisis de los refugiados, que para él ha contribuido al terrorismo islamista en Europa. Además, ha llegado a referirse a los gitanos como "inadaptables", "vagos" y "asociales", al tiempo que no le ha temblado la voz para asegurar que los musulmanes no pueden integrarse en sociedades como la checa.