El año que nació Celino Villanueva se acababa de inventar el primer coche a motor de la historia
Celino Villanueva Jaramillo ha vivido en tres siglos distintos. El mismo año que nació, 1896, Ford acababa de producir su primer vehículo a motor y los carros a caballo seguían siendo el medio habitual de transporte. Los detalles de su juventud se perdieron hace ya mucho tiempo. En los últimos años de su vida, Celino ya no se comunicaba con casi nadie.
Lo poco que se conocía sobre su vida era que nació en el pueblo chileno de Río Bueno, nunca se casó y nunca tuvo hijos. Se pasó toda su vida trabajando en el campo, durante los últimos 30 años de su vida laboral estuvo empleado por un terrateniente llamado Ambrosio Toledo.
Cuando Celino cumplió los 80, Ambrosio le dijo que ya iba siendo hora de jubilarse, que necesitaba sangre fresca. El anciano tuvo que abandonar la casa en la que vivía y se mudó a un pueblo costero en el que alquiló una cabaña precaria. A solo un año de cumplir los 100 años de edad, la casita alquilada ardió y él volvió a quedar en la calle.
Lo acogió una mujer llamada Marta Ramírez, de 63 años de edad. “Tenía 99 años, no pensé que duraría mucho más tiempo”, relató a The Guardian. Pero vaya si vivió. Al cumplir los 115 años de edad, el propio Sebastián Piñera, presidente chileno, viajó a la casa de Celino a desearle feliz cumpleaños y regalarle un certificado que confirmaba su edad. También le trajo regalos como unos auriculares, dos muletas y una estufa de leña. Celino ya había perdido el 90% de la vista por sus cataratas, todos sus dientes y había quedado sordo en un 85%.
Este miércoles, la larga vida del anciano más longevo del mundo se apagó en el hospital de San José de Mariquina. Celino se cayó de la cama y se rompió tres de sus costillas. Una de ellas le perforó el pulmón. Pero a pesar de que los médicos le operaron, el anciano nunca se pudo recuperar. El martes, un sacerdote vino a darle la extremaunción. Celino murió a los 121 años y será enterrado este viernes en un cementerio indígena. Ninguno de sus familiares acudirá a la ceremonia, no queda ninguno con vida.