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Reportaje Ya no es EEUU: México se convierte cada vez más en el destino de los migrantes centroamericanos Now

Reportaje

Ya no es EEUU: México se convierte cada vez más en el destino de los migrantes centroamericanos

22 Mayo 2018 16:07

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Héctor Estepa
 

La Agencia de Refugiados mexicana (Comar) registró el pasado 2017 hasta 14.596 peticiones de asilo, un 66% más que el año anterior

Miles de personas intentan cada año cruzar la frontera entre México y EEUU, en busca de una vida mejor. La mayoría son centroamericanos. Huyen de la violencia de sus países, tomados por las maras y el narcotráfico. Se calcula que unos tres millones de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos viven en territorio estadounidense.

Sin embargo, y aunque el sueño americano sigue siendo el objetivo de la mayoría de migrantes, cada vez más deciden renunciar a EEUU y echar raíces en México.

La Agencia de Refugiados mexicana (Comar) registró el pasado 2017 hasta 14.596 peticiones de asilo, un 66% más que el año anterior. Es prácticamente el mismo número de solicitudes que se habían hecho en los tres años anteriores, en los que los números también iban en aumento.

El fenómeno se entiende, entre otros factores, por la llegada a la Casa Blanca de un político con un programa muy restrictivo en cuanto a inmigración se refiere. Durante sus primeros meses de la nueva presidencia se incrementaron las peticiones de asilo en un 150%.

“Las medidas del presidente Donald Trump explican parte del incremento de las solicitudes de asilo. La gente tiene un poco de temor de terminar de cruzar la frontera y considera que las condiciones en México son más favorables. Prefieren pedir refugio aquí a exponerse en el camino”, considera Katherine Ramírez, de la ONG Cafemin, que organiza un refugio para migrantes en la capital mexicana.

Getty

El presidente y magnate amenazó en campaña con deportar a los 11 millones de indocumentados que se estima viven en EEUU. Moderó su discurso al llegar al poder, pero ha introducido más patrullas fronterizas, dificultando el paso y encareciendo la tarifa que cobran los coyotes.

Quienes quieren cruzar al norte temen no poder terminar su viaje: “Para pasar por Tijuana dicen que son 2.000 dólares. Es mucho dinero. Cruzar sin coyote es un riesgo. Me da miedo ir a EEUU. Dicen que hay narcos y que abusan mucho de los migrantes”, asegura Marta Lucía –nombre ficticio, a petición suya, por estar amenazada- una salvadoreña que ha decidido renunciar temporalmente a EEUU y establecerse en México con su marido y sus dos hijas.

También hace recular a los migrantes el hecho de que el solicitante de asilo no pueda esperar la resolución de su caso en libertad. Sigue adelante, además, la propuesta del muro fronterizo hecha por Trump.

A las dificultades que esperan encontrar en EEUU, se suma además algunas ventajas que tiene México.

"Acá no hay pandillas"

La principal es una mayor cercanía a casa. Por eso muchos deciden vivir en los estados del Sur del país. La cultura y la lengua son prácticamente las mismas.

Además, la actitud del Gobierno mexicano ante los solicitantes de asilo ha mejorado. Entre 1974 y 2008 era considerado un crimen ingresar o permanecer en el país sin autorización.

Ahora se autoriza que, bajo supervisión de Acnur y de Comer, los migrantes puedan esperar la resolución de su solicitud de asilo fuera de los centros de detención.

“El proceso es más expedito. Son 45 días hábiles de procedimiento que pueden ser prorrogables por 45 días hábiles más. Y mientras se resuelve su situación, pueden acceder a una visa por razones humanitarias que les permite acceder a derechos como salud, educación, y empleo”, señalan en Cafemin.

En 2016 se aprobaron el 63% de solicitudes de asilo, frente al 40% que fueron aceptadas en 2014.

“El perfil de quienes se quedan son personas con cierto nivel de estudios. En su gran mayoría vienen huyendo. Tienen interés en trabajar, estabilizarse y volver a desarrollarse en sus carreras. La mayoría son mujeres de entre 25 y 30 años. Los hombres y las personas más jóvenes prefieren seguir hacia EEUU”, dicen los responsables del refugio.

Marta Lucía parece conforme con su decisión de seguir en territorio mexicano: “En México se vive mejor que en El Salvador. Acá no hay pandillas. La gente tiene sus negocios y no les cobran. Allí extorsionan a todos los negocios, por muy pequeño que sea. Si uno tiene un puesto de comida, como las taquerías de acá, siempre le piden su desayuno, su comida, y a parte una cuota de dinero”, lamenta.

"Para pasar por Tijuana dicen que son 2.000 dólares. Es mucho dinero. Cruzar sin coyote es un riesgo. Me da miedo ir a EEUU"

2017 fue el año más violento en México desde que existen registros, pero aun así la inseguridad que vive el país norteamericano no se compara a la de los países de origen de los migrantes. Al menos pueden salir a la calle por la noche, dicen.

México tiene una tasa de 22,5 homicidios por cada 100.000 habitantes, según el resumen que cada año lanza la web InSight Crime y que aúna datos oficiales y de la sociedad civil. Guatemala suma 26,1 homicidios por cada 100.000 habitantes, Honduras 42,8 y El Salvador 60.

“Si en El Salvador no pagas las extorsiones, matan a alguien de tu familia. Yo estuve trabajando en una comidería donde la señora dice que se retrasó un par de meses de pago, y mataron a su sobrino para presionarla”, relata Marta Lucía.

El país más violento de la región latinoamericana es Venezuela, con 89 asesinatos por cada 100.000 habitantes.

El gran incremento de solicitudes de asilo se explica también, en gran parte, por la llegada de migrantes provenientes de ese país sudamericano, en aumento no sólo en México sino en la mayoría de países latinoamericanos.

Racismo y dificultades en México

Pero no es oro todo lo que reluce. Varias ONG han denunciado una violencia xenófoba contra los migrantes en territorio mexicano: “Se manifiesta en palabras disonantes. Los insultan, los mandan a su país. Les dicen que vienen solamente a robarles los empleos… Es un tema difícil en el mundo laboral. Hay mucho celo profesional y no les permiten acceder a los trabajos”, dicen en Cafemin.

Quienes acceden al mercado laboral tienen que lidiar —como el resto de los mexicanos— con el salario mínimo más bajo de la región.

México debe, además, mejorar el acceso de los migrantes a la justicia. Un informe de la Corte Interamericana de Derechos Humanos critica la discrecionalidad en las decisiones que toman los agentes de migración en cuanto a la resolución solicitudes de asilo.

Getty

“A veces es mera suerte que te den el permiso, depende de quién te toque”, comentan quienes esperan un resultado positivo.

Además, en los últimos meses, quizás por el gran volumen de solicitudes recibidas, el proceso de regularización se ha dilatado. Más de la mitad de los expedientes abiertos en 2017 no se ha procesado hasta la fecha.

A pesar de todo Marta Lucía cree que vive mejor en México que en su país, y está dispuesta a quedarse si le dan sus papeles y tiene acceso a una vivienda.

Se estima que en México entran unos 460.000 migrantes al año. La gran mayoría sigue camino al norte, pero cada vez más deciden probar suerte en un país que, culturalmente, no les es extraño.

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