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Cuando intentas protestar por un concierto neonazi y te piden 8 años de cárcel

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El caso de los 10 de Zaragoza es la historia de un concierto que nunca debió celebrarse, unas detenciones que nunca debieron hacerse y de una madeja de errores e incongruencias que poco a poco comienza a desentrañarse

silvia laboreo

17 Octubre 2017 06:00

*Información actualizada a las 14:30 tras conocerse los últimos detalles del proceso judicial

“El sistema quiere que no nos movamos. Al que se mueve, palo. Y deja de moverse”. Begoña Garrido pronuncia cada una de estas frases con la calma de quien ha pensado mucho en el tema.

Es profesora de instituto y madre de Alejandro, uno de los 8 jóvenes que hoy martes se enfrentaba a 8 años de cárcel y a más de 20.000 euros de responsabilidad civil por unos hechos que sucedieron el 28 de febrero de 2015.

El que ya ha sido bautizado como el caso de los 10 de Zaragoza es la historia de un concierto que nunca debió celebrarse, unas detenciones que nunca debieron hacerse y de una madeja de errores e incongruencias que poco a poco comienza a desentrañarse.



Las consecuencias de un concierto que nunca debió celebrarse


A principios del 2015, el barrio obrero Las Fuentes (Zaragoza) se había convertido en una madriguera de fascistas. El partido nacionalsocialista Movimiento Social Republicano (MSR) había instalado su sede en un patio interior de la calle Fray Luis Urbano y desde hacía un poco más de un año gestionaban un Hogar Social unas calles más arriba. En un edificio okupado de Compromiso de Caspe, los neonazis ejercían el adoctrinamiento ideológico bajo la promesa de comida y alojamiento para verdaderos españoles.

También organizaban actos lúdicos. Su primera fiesta sería un concierto de música RAC (Rock Against Communism) programado para el 28 de febrero. Lo publicitaron con orgullo.

El Hogar Social neonazi, hoy desarticulado

Organizaciones vecinales, asambleas antifascistas y grupos políticos como Izquierda Unida o Chunta Aragonesista denunciaron ante la administración el concierto. Y se encontraron con la pasividad del Ayuntamiento de Zaragoza y la Delegación de Gobierno de Aragón. “He escuchado en mi cara a un representante institucional decirme que cuando es un propiedad privada no puedes entrar a prohibir. Se dijo que no había nada ilegal y no tenían por qué actuar”, recuerda Begoña, miembro de la plataforma Absolución 10 de Zaragoza y madre de uno de los encausados.

El caso de los 10 de Zaragoza es la historia de un concierto que nunca debió celebrarse, unas detenciones que nunca debieron hacerse y de una madeja de errores e incongruencias que poco a poco comienza a desentrañarse.

El día del concierto, se convocó una manifestación ciudadana frente a la sede del Hogar Social y varios jóvenes antifascistas se congregaron a las puertas del concierto para protestar. Sus gritos de "¡Fuera Fascistas de Nuestros Barrios!" provocó que estos salieran de su edificio. Se desató el conflicto.

A partir de ahí, las versiones de policía, neonazis y antifascistas se entremezclan como los hilos de una ovillo. Pero hay una cosa que está muy clara: la noche acaba con 13 de los jóvenes antifascistas durmiendo en el calabozo.


Las incongruencias del caso de "los 10 de Zaragoza"

Precisamente allí, en las dependencias policiales en las que se encuentran detenidos estos jóvenes, es donde comienzan las irregularidades. “Las 72 horas que estuvo mi hijo incomunicado no se me olvidarán nunca. Hablando con otra de las madres decíamos que esa noche nos secuestraron a los hijos”, recuerda Begoña.

“Como ciudadana quiero creer que la policía actúa sin saltarse la ley”, enfatiza la madre de uno de los encausados ante la pregunta de si hubo maltrato durante esos 3 días que los jóvenes estuvieron detenidos. “A los chicos no se les apagó la luz ni de día ni de noche en las 72 horas que estuvieron en el calabozo. No sé si es normal no apagar la luz por la noche o si es una manera de torturar”, cuenta Begoña. “No sé si es normal que uno de los chavales vomitara la primera noche de los nervios y no se limpiara el vómito los tres días que estuvieron allí”, continúa. “A lo mejor es una forma de cumplir la ley”, añade irónicamente.

A los malos tratos por parte de la policía se une un dato muy curioso: ningún neonazi es detenido durante el operativo. Mientras, los jóvenes antifascistas son acusados posteriormente por la fiscalía de desórdenes en el orden público y atentado contra la autoridad.

Fuente: Absolución 10 de Zaragoza

Para componer este relato, la fiscalía da credibilidad a la declaración de uno de los actores principales del embrollo, la Policía Nacional. “En el caso hay cuatro declaraciones: los tres dispositivos policiales (UIP, UPR y la policía local) y los neonazis”, explica Roberto, uno de los miembros de la Plataforma.

“En el relato de los hechos de los neonazis y la policía local que aparece en el atestado judicial dicen que primero hubo un enfrentamiento entre antifascistas y neonazis y que después cargó la policía”, cuenta. “En cambio, la Policía Nacional dice que no hubo ningún enfrentamiento entre antifascistas y nazis porque ellos lo evitaron, momento en el que fueron agredidos”, añade. Roberto explica que en varios de los vídeos publicados tras el enfrentamiento se puede ver que sí que hubo un enfrentamiento entre neonazis y la antifascistas que derivó en una actuación de los agentes.

“Las 72 horas que estuvo mi hijo incomunicado no se me olvidarán nunca. Hablando con otra de las madres decíamos que esa noche nos secuestraron a los hijos"

Otro de los puntos oscuros del caso tiene que ver con las lesiones que presentan los agentes. A Begoña le sorprende que policías entrenados para funcionar en ese tipo de situaciones y con un uniforme de casco, escudo, porra y botas puedan presentar lesiones y que unos ciudadanos de a pie vestidos de calle como los jóvenes detenidos no. “¿Chavales de 19 a 23 sin entrenar, sin conocerse entre ellos y sin ser un grupo organizado son capaces de liar todas estas lesiones y además no han recibido ningún palo? Yo les cogería para alguna fuerza de intervención rápida del ejército”, bromea la integrante de la Asamblea.

Concrentración de apoyo a los 10 de Zaragoza

Roberto también recuerda otros hechos del atestado que ya han sido desmontados, como la detención de jóvenes que ni siquiera estuvieron allí o la denuncia “a dedo” por parte de un conocido neonazi de la ciudad, Javier Royo.

Estas irregularidades en las declaraciones han provocado que 5 de los detenidos esa noche fueran absueltos antes del proceso judicial de hoy, 3 de ellos a las pocas horas y dos a lo largo de estos meses. "No se trata de 10 gamberros que aquel día estaban quemando contenedores. Se trata de 10 personas que junto a más gente ese día eran la voz de los que no queremos nazis en nuestra ciudad”, explica Begoña. Para ella, el proceso se ha cargado a 10 ciudadanos con espíritu crítico. "Saldrán absueltos, volverán a estudiar y encontrarán un trabajo. ¿Pero cómo vuelven a confiar estos chavales en el sistema?, reflexiona.

Más de 2 años y medio de lucha

Cuando el 30 de marzo de 2016 el Juzgado de Instrucción nº7 señaló la apertura de juicio oral y pidió 64 años para 8 de los encausados, el grupo de apoyo cobró fuerza.

Entre los miembros de la iniciativa se encontraban familiares y amigos de los jóvenes pero también simpatizantes y gente vinculada al movimiento antifascista de Zaragoza. “Las penas de prisión eran exageradas y además se quería tildar una acción contra el fascismo de una pelea entre bandas callejeras”, explica Roberto.

En septiembre de 2016 se constituyeron como asociación y empezaron a llamar a puertas. No era una lucha contra las instituciones, sino una petición a las instituciones con un solo objetivo: lograr una ciudad libre de fascismos.

La presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, con varios de los integrantes de la Plataforma

La plataforma Absolución 10 de Zaragoza ya ha conseguido el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza que aprobó una moción por unanimidad el pasado 29 de septiembre. Han sido recibidos en el Parlamento Europeo y varios europarlamentarios se han comprometido a trasladar su caso al vicepresidente de la Comisión Europea. Han organizado conciertos, charlas, manifestaciones de solidaridad y puesto en marcha una campaña de Change.org en la que piden la absolución de los jóvenes.

Además, su caso ha propiciado una proposición no de Ley con el objetivo de que el Delegado de Gobierno no permita “la convocatoria de ningún tipo de actos en los que se fomente, se difunda o se incite al odio, hostilidad, discriminación o violencia por motivos racistas, xenófobos o de identidad sexual”.

Como resume Begoña: “cuando tienes claro lo que estás defendiendo te mueves y se te ocurren cosas que ni pensabas”.



Una sentencia "in voce" y un sentimiento agridulce

Hoy por la mañana comenzaba el juicio contra los 10 de Zaragoza y hoy también ha terminado una pesadilla que ha durado más de dos años y medio. Momentos antes de empezar el juicio, que se iba a prolongar durante cuatro días más, ambas partes han llegado a un acuerdo y la magistrada ha dictado sentencia "in voce".

"El juicio contra 8 de "Los 10 de Zaragoza" ha terminado esta mañana aceptando un acuerdo que rebaja las penas a menos de dos años de prisión y el pago de multas, frente a los ocho años que inicialmente solicitaba el Ministerio Fiscal. Para la asamblea Absolución 10 de Zaragoza, el resultado es agridulce y un 'mal menor' ", han explicado en un comunicado desde la Plataforma.

"Sin duda, el hecho de que la fiscalía solicite inicialmente peticiones tan altas condiciona la decisión de aceptar o no acuerdos, ya que infunde miedo al elevar el riesgo de entrada en prisión", añaden los familiares y simpatizantes de estos jóvenes.

Pese a todo, desde la Asamblea han utilizado el comunicado para agradecer el apoyo y el cariño que han recibido durante estos años. Desde el equipo de abogados hasta a "todos los ciudadanos y ciudadanas que, sin autodenominarse como antifascistas, han estado a nuestro lado porque quieren una sociedad sin racismo ni xenofobia y sin que los grupos fascistas campen a sus anchas y se desarrollen con impunidad en nuestra sociedad".

Unas palabras que estos días en los que se han producido altercados fascistas en Zaragoza, como la agresión a la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, o el discurso del líder de la Falange hace tan solo dos semanas durante una manifestación en contra del referéndum en Cataluña, tienen más valor que nunca.

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