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¿Qué pasará ahora en Cataluña tras el 21D?

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Gana Ciudadanos, pero no gobernarán. Las fuerzas independentistas logran revalidar la mayoría absoluta pero la CUP tiene de nuevo la llave del Gobierno

anna pacheco

22 Diciembre 2017 12:46

Ayer quedaron claras dos cosas: el independentismo resiste, pese a todo; y los no-independentistas, ahora sí, se han movilizado. El partido de Ciudadanos ganó en escaños y votos en unas elecciones históricas con un 81% de participación, el porcentaje más alto de la historia. Unas elecciones también especialmente atípicas: convocadas por el Partido Popular, con un candidato en prisión, Oriol Junqueras, y otro exiliado en Bruselas, Carles Puigdemont.

Las encuestas del CIS ya vaticinaban a Inés Arrimadas como la favorita, especialmente en el área metropolitana de Barcelona. Y así ha sido. Arrimadas ha capitalizado el voto del ‘NO’, el de la unión y ha aprovechado la debacle insólita del PP en Cataluña con solo 3 escaños, que queda marginada como última fuerza. Inés Arrimadas también es la primera mujer en ganar las elecciones autonómicas en Cataluña.

Sin embargo, la mayoría absoluta en el Parlament sigue en manos de las fuerzas independentistas. La alianza de JxCat, con 34 escaños; ERC, con 32, y CUP, con 4 —seis menos que en las elecciones de 2015— suma 70 escaños. El escenario resultante es bastante similar al de las elecciones de 2015 en las que la coalición de Junts X Sí y CUP logró dos escaños más. Lectura rápida: estamos bastante igual a como empezamos, con el 47,5% de los votos para el independentismo.

La CUP sigue siendo imprescindible

La CUP, pese haber perdido escaños, vuelve a ser esencial para la gobernabilidad en Cataluña, como en el 2015. El candidato cupaire, Carles Riera, celebró ayer la mayoría absoluta de la independencia y recordó que la CUP “tiene la llave”. El candidato de la CUP ha declarado esta mañana que condiciona su apoyo a futuras investiduras a que se avance en la República. “No se trata de volver a hacer autonomía y aplicar el Estatut, sino hacer República y mantener en pie el proyecto republicano”. Ahora es el turno de Junts X Cataluña y ERC: de la nueva hoja de ruta depende el apoyo de la CUP, y de la CUP depende la posibilidad de un nuevo gobierno independentista.

Otras coaliciones posibles parecen improbables. Ciudadanos lo tiene difícil, por no decir imposible, para gobernar. Una coalición de Ciudadanos, PP y PSC, el escenario que se antojaría más plausible, quedaría con 57 escaños, muy lejos de la mayoría para gobernar. A pesar de la tímida recuperación del PSC —gana un escaño después de apoyar el 155—, el desplome del PP (3 escaños), deja con cero capacidad de maniobra a la candidata Arrimadas.

¿Qué pasa ahora con Carles Puigdemont?

El presidente cesado y autoexiliado en Bruselas por riesgo a ser encarcelado por la justicia española sigue en Bruselas y ha anunciado que pasará las Navidades ahí, con su familia. Puigdemont anunció que regresaría si ganaba las elecciones. Queda por ver cuándo veremos esa imagen y cuál será la reacción de la justicia española.

Hasta ahora, el gobierno de Mariano Rajoy no ha dudado en aplicar el uso de la fuerza, emplear la violencia, en todas su formas, y todos los mecanismos del Estado para castigar a muchos de los implicados en ‘el procés’. Por ahora el Supremo mantiene en prisión a Junqueras, Forn y los Jordis. También ha imputado a Artur Mas, Marta Rovira y Anna Gabriel por su implicación ‘el procés’, entre otros. Por ahora, Puigdemont ha tuitetado que la "República Catalana ha derrotado a la monarquía del 155".

¿Un referendum pactado?

Otro de los interrogantes que está por ver es si Mariano Rajoy cederá y se sentará en una mesa para negociar un referéndum pactado. Puigdemont se lo ha pedido esta misma mañana desde Bruselas. "A lo mejor el resultado puede invitar al Estado español a rechazar la vía unilateral que ha practicado hasta ahora", ha declarado.

Tanto Esquerra Repúlicana como Junts X Cataluña han dejado claro la intención de sentarse a negociar con el presidente. Puigdemont celebró ayer desde Bruselas el resultado obtenido y recordó que en el nuevo hemiciclo contará con 78 diputados a favor de celebrar un referéndum pactado. En estos 78 escaños se suman los 8 obtenidos por la formación de Catalunya en Podem. Este partido, encabezado por Xavier Domènech, no ha logrado convertirse en “la llave del gobierno” —algo que prometían en su campaña— y ha perdido tres escaños, sin embargo, esos ocho escaños podrían tener una lectura interesante si existiera tal voluntad desde el Gobierno del PP.

El independentismo tiene que sumar desde las clases trabajadoras

La mayoría apabullante de Ciudadanos en el área metropolitana de Barcelona pone de manifiesto algunas de las fisuras del discurso independentista en muchos municipios de extracción obrera. Algo que tendrá que tener en cuenta la nueva estrategia independentista. Era de esperar, pero lo que antaño fue el “cinturón rojo” —antiguo bastión del PSC y con alto porcentaje de emigración— ha pasado a ser naranja. Ciudadanos ha ganado en Hospitalet, Santa Coloma de Gramanet, Cornellà, Badalona y Sabadell. En estos municipios, de perfil sobre todo castellanohablante, Ciudadanos ha sido capaz de consagrase como la alternativa por su posición antiindependentista.

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También se ha impuesto como primera fuerza en la franja costera entre Barcelona y las tierras del Ebro, en comarcas como el Garraf o el Baix Camp. En muchos de estos municipios, además, el porcentaje de emigración es muy alto; y es ahí donde históricamente se asentaron muchos de los emigrantes recién llegados de Extremadura y Andalucía durante los 60 y 70. Para muchos de ellos, la independencia no es más que un cuento oportunista. La maniobra (les ha salido cara, por cierto) de Ciudadanos apelando al 'voto útil' —para frenar la independencia, no en clave ideológica— ha calado con una fuerza que era, por otro lado, fácil de esperar. Además de un posible desarraigo identitario en estos municipios, conviene estudiar el porqué de este desarraigo, cómo se ha explicado ‘el procés’ y por qué el mensaje independentista no ha permeado igual en unas capas y otras. Algo que será esencial si el independentismo quiere seguir sumando.

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