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El hombre, arrestado ‘in fraganti’ en el suburbano madrileño cuando grababa a mujeres, subía los vídeos a un portal porno
22 Agosto 2019 13:00
Un depredador de la intimidad de las mujeres. Así ha definido la Policía Nacional al hombre que detuvo ayer en el metro de Madrid mientras grababa partes íntimas de mujeres sin que ellas se dieran cuenta.
El hombre, de 53 años y nacionalidad colombiana, usaba siempre el mismo modus operandi: situaba en el suelo, lo más cerca posible de sus víctimas, una mochila que llevaba estratégicamente acoplado un teléfono móvil con el dispositivo de grabación activado. Utilizaba lugares públicos como el transporte público o los supermercados para grabar las imágenes que luego subía a páginas porno.
Según datos de la policía, el detenido publicó 283 vídeos de 555 víctimas distintas, algunas de ellas menores de edad. Cuando podía, incluso les grababa las caras, imágenes que también subía a internet. Aprovechaba sus desplazamientos entre su casa y el trabajo y actuaba de forma compulsiva, habiendo llegado a grabar a 29 víctimas en 5 días.
En ocasiones seguía a las mujeres por la calle hasta supermercados y tiendas con la intención de obtener imágenes más íntimas de las mujeres.
El acusado utilizaba una técnica conocida como upskirting, que consiste en colocar una cámara oculta por debajo de las faldas o vestidos de mujeres para grabar partes íntimas como su ropa interior o los glúteos.
Según fuentes policiales, el detenido tenía un perfil en un portal de vídeos porno y sus vídeos acumulaban más de un millón de visualizaciones.
El hombre fue detenido in fraganti mientras grababa a una mujer por debajo de su vestido. Él mismo reconoció ser el autor de las imágenes tras ser identificado por los agentes.
La policía llevaba semanas siguiendo su pista. También ha contactado con las víctimas, que le han denunciado. El inspector jefe responsable de redes sociales de la Sección de Investigación Tecnológica, Roberto Fernández, ha explicado que el arrestado no tenía afán de lucro y su le movía su “afán sexual”. Ahora se enfrenta a un delito contra la intimidad y a otro de abuso, prostitución y corrupción de menores, al haber filmado a dos adolescentes.
Tras registrar su domicilio, los agentes intervinieron tres discos duros y un ordenador portátil que contenía decenas de gigas de vídeos, que ahora están siendo analizados. El hombre editaba las imágenes, les ponía música e incluso las ralentizaba cuando grababa partes más sensibles o la cara de las víctimas, según Fernández. Siempre que podía grababa el rostro de las mujeres.
El juez ha decretado su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza.
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