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Artículo Encuentran a la primera hija de padres de especies humanas distintas Now

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Encuentran a la primera hija de padres de especies humanas distintas

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BENCE VIOLA / MAX PLANCK INST.
 

Se sospechaba que especies distintas se habían apareado pero nunca se había comprobado

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23 Agosto 2018 13:38

Un nuevo hallazgo arqueológico ha descubierto al primer humano que desciende de un padre denisovo y una madre neandertal. Su nombre es Denny, vivió hace 90.000 años en las montañas Altai, en Rusia, y era una mujer de 13 años cuando murió.

El descubrimiento ha tenido lugar gracias a los restos de hueso hallados en la cueva Denisova, donde en 2008 se halló el hueso de un dedo de la mano que dio lugar a la identificación del hombre de Denisovo. Desde entonces, se daba por sentada la hipótesis que afirmaba el apareamiento entre denisovos y neandertales, aunque todavía no se había encontrado a su primera generación.

BENCE VIOLA / INSTITUTO MAX PLANCK DE ANTROPOLOGÍA EVOLUTIVA

La nueva investigación ha servido para secuenciar el genoma y comparar las variaciones de su ADN con el de otros tres homínidos: un neandertal y un denisovo, ambos encontrados en la cueva Denisova, y un humano moderno africano.

Encontraron que alrededor de un 40% de fragmentos de ADN del espécimen encajaban con el ADN neandertal y otro 40% con el denisovo, lo que indicaba que Denny tenía un padre de cada grupo humano. Pero también cabía la posibilidad de que sus padres pertenecieran a una población de híbridos denisovo-neandertal.

Se concluyó que lo más probable era que sus padres fueran cada uno de un grupo de homínidos y ella, su hija, fuera la primera descendiente de este cruce, ya que al comparar fragmentos de ADN encajaban en un 40% de veces con el del neandertal y el resto con el denisovo.

Los resultados demuestran de forma convincente que el espécimen es la descendencia directa de dos humanos distintos, dice Svante Pääbo, que junto Viviane Slon, ambos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Lepizig, han liderado la investigación publicada en Nature. Y añadía: “Casi los pillamos en el acto”.

El estudio también se preguntaba por la naturaleza de esos apareamientos, por si fueron o no consentidos. En el futuro, aclaraban los científicos, cuando pueda saberse qué genes se intercambiaron entre neandertales y denisovos, se tendrán más pistas sobre el comportamiento de los humanos antiguos.

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