Algunos ciudadanos de Tijuana han salido a la calle para increpar a la caravana de personas centroamericanas que se dirigen a EEUU
La caravana de migrantes centroamericanos que el pasado 13 de octubre salió de San Pedro Sula, en Honduras ya ha llegado a Tijuana. Después de más de un mes en la carretera, casi 3.000 personas aterrizaron en la ciudad mexicana frontera con Estados Unidos. Y su llegada ha acarreado una ola xenófoba entre quienes califican a los migrantes de una "invasión" para sus territorios.
El domingo, un grupo de ciudadanos mexicanos se congregaron alrededor de la plaza de Cuauhtemoc, situada a 1,6 kilómetros de la frontera con EEUU para, banderas mexicanas en mano, manifestarse contra la llegada de la caravana. La letra del himno nacional mexicano se entremezclaba con los gritos de "¡Fuera! ¡Fuera!" de aquellos que acusan a los migrantes de ingratos, desordenados y de un peligro para Tijuana.
Uno de los organizadores de la protesta, Fidel González, pedía en declaraciones a la agencia AP el cierre de la frontera sur y mostraba su indignación por el uso de dinero público para atajar esta emergencia humanitaria.
El alcalde de la ciudad fronteriza, Juan Manuel Gastélum, no ha ayudado a rebajar el sentimiento xenófobo e insolidario que muestran algunos de sus conciudadanos. "Los derechos humanos son para los humanos derechos", dijo en una entrevista con Milenio Televisión. “Entre ellos hay mariguanos y personas violentas que ponen en riesgo la seguridad de los habitantes, llegan en plan agresivo y grosero”, declaró tras registrarse varios incidentes entre miembros de la caravana y ciudadanos de Tijuana.
Paralelamente a la manifestación anti caravana, un grupo de ciudadanos de Tijuana se manifestaba en apoyo a los migrantes unas calles más allá.
"Compatriotas tijuanenses no podemos permitir que se nos distinga por habernos convertido en algo que dada nuestra naturaleza social tanto hemos criticado. Nuestros hermanos hondureños, al igual que muchos otros en nuestro país lo han hecho, vienen huyendo de la miseria, la violencia y el sufrimiento, emigran por necesidad, no por gusto. Todos somos seres humanos y merecemos un trato digno, más aun en esta situación de vulnerabilidad. Solidaricémonos con nuestros hermanos por el respeto a su dignidad y digamos no al discurso de odio", indicaba el evento de la manifestación, según recoge El Sol de Tijuana.
Alden Rivera Montes, embajador de Honduras en México, explicó a la BBC que la ciudad fronteriza mexicana será "un lugar de destino temporal" para los migrantes entre 6 y 16 meses. "Todo dependerá de la velocidad con la que Estados Unidos reciba y analice las solicitudes de asilo", añadió.El país centroamericano ha instalado un consulado móvil para garantizar los derechos de sus ciudadanos que esperan a que se tramiten sus solicitudes de asilo para poder entrar a EEUU.
Unas solicitudes que se procesan demasiado lento. Según la agencia AP, los inspectores de la frontera de EEUU validan unas 100 al día en el cruce principal de Tijuana a San Diego.
