El 82% de la fortuna mundial está en manos de solo un 1% de habitantes de este planeta
El 1% de las personas más ricas del planeta amasaron el año pasado el 82% de la fortuna mundial, según un informe de Oxfam publicado este lunes titulado “Premiar el trabajo, no la riqueza”. El estudio se ha hecho público la víspera de la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) que arranca hoy y se prolongará hasta el 26 de enero.
El informe revela que el número de milmillonarios —esto es, individuos que superan los 1.000 millones de dólares— ha alcanzado su máximo histórico en el año 2017. O lo que es lo mismo: cada vez hay más ricos que poseen más riqueza. Y estos se reproducen, además, a una velocidad vertiginosa: cada dos días, hay uno nuevo.
Según el informe, actualmente hay 2.043 milmillonarios en el mundo. El 90% de ellos son hombres. La riqueza de estos milmillonarios ha experimentado un crecimiento en 2017 hasta alcanzar 762.000 millones de dólares, cantidad suficiente, señala el informe, “para erradicar pobreza en el mundo hasta en siete ocasiones”.
La brecha salarial se agudiza cada vez más en todos los países. “En todo el mundo, la economía del 1% más rico se construye a expensas de trabajos mal pagados, a menudo ocupados por mujeres, que reciben trabajos miserables sin que se respeten sus derechos fundamentales”, reza el informe. Mientras que los salarios de la gente corriente solo han aumentado un 2% de media anualmente, entre 2006 y 2015; la riqueza de la gente rica se ha incrementado en un 13%.
Mientras que los salarios de la gente corriente solo han aumentado un 2% de media anualmente, entre 2006 y 2015; la riqueza de la gente rica se ha incrementado en un 13%
“Mientras que los multimillonarios han visto crecer su fortuna en 762 millones de dólares, las mujeres han tenido que proporcionar más de 10 billones de dólares en cuidados no remunerados para sustentar la economía global”, apunta el informe. Los trabajos domésticos no remunerados, ejercidos por mujeres en todo el mundo, se convierten en un socio oculto del capitalismo. Sin millones de mujeres trabajando gratis, la economía global no es sustenta.
El informe también aporta otros datos por países: en Nigeria, por ejemplo, el hombre más rico podría sacar de la pobreza extrema a dos millones de personas. En Indonesia, los 27 hombres más ricos poseen la misma riqueza que 100 millones de vecinos. En Estados Unidos, las tres personas más ricas, tienen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población de Estados Unidos, o sea, de unos 160 millones de personas. La desigualdad es sangrante.
En Nigeria, por ejemplo, el hombre más rico podría sacar de la pobreza extrema a dos millones de personas
El informe también incluye los resultados de un sondeo realizado a más de 70.000 personas en 10 países. Más de tres cuartas partes de los encuestados están “de acuerdo o muy de acuerdo con que la brecha entre ricos pobres en su país es demasiado grande”. Oxfam remarca que los estados y gobiernos deberían estudiar y analizar el impacto que tiene el modelo de economía neoliberal en la pobreza y desigualdad mundial. Y buscar soluciones inmediatas y urgentes.
Oxfam aporta a los gobiernos una serie de recomendaciones con el fin de reducir la desigualdad en los países. En primer lugar, establecer objetivos concretos y legislaciones específicas: por ejemplo, que los ingresos conjuntos del 10% más rico de la población no puedan superar, en ningún caso, los del 40% más pobre. También sugiere poner fin a la “riqueza extrema”, establecer techos a los beneficios de los accionistas y terminar con todas las formas de trabajo precario.
El informe dedica un apartado especial a aquellos trabajos especialmente precarios que, incluso, no garantizan unas condiciones de vida dignas a quienes lo ejercen. Estas formas de trabajo, ocupadas principalmente por mujeres, no solo incrementan la desigualdad entre ricos y pobres, también degradan las condiciones y la dignidad de las personas que los realizan.
El informe denuncia, a modo de ejemplo, la situación de trabajadoras en fábricas de ropa en Myanmar. Estas mujeres ganan 4 dólares por día, trabajan todos los días a la semana 11 horas al día y a duras penas pueden satisfacer sus necesidades básicas de alimentos y sanidad.
Entre otras recomendaciones, el informe recomienda que se compartan los beneficios de los empleados más ricos con los más pobres, combatir la desigualdad de género, reducir ratios salariales para erradicar la desigualdad en una misma empresa y contar con la participación de trabajadores en los consejos y comités.