Se dice habitualmente que ningún padre debería enterrar a un hijo o una hija. Lo que ha ocurrido el pasado fin de semana supera incluso eso por dos vías diferentes que agudizan el dolor. Seis personas muertas, Seis personas que habían acudido a un concierto en Corinaldo, provincia de Ancona, Italia. 5 menores de edad y una mujer madre de una hija que había ido también al evento en la discoteca Lanterna Azzurra. A divertirse una noche de sábado.
La tragedia ha dejado al descubierto varias zonas oscuras que no solo encontraríamos en la sociedad italiana, si bien esta ha sido siempre buen ejemplo de la tenaza que forma la unión entre capitalismo y moralismo.
Un cóctel de electoralismo, codicia y edadismo clasista.
Pasada con las primeras horas del alba la primera impresión, se supo que Matteo Salvini prefirió ejercer como leghista en un mitin de su partido en Roma que como ministro de Interior acudiendo a Corinaldo. Solo viajó después del baño de masas -un acto que por otra parte estaba plagado de personas con posiciones absolutamente antidemocráticas, favorables a la tortura o al racismo, como demuestra este video-reportaje- y tardó en posicionarse también sobre algo que a pocos en Italia se les escapaba. La avalancha mortal se produjo tras el uso negligente de spray pimienta dentro del local, pero a su vez la Liga Norte había abanderado, e incluso distribuido gratis solo hace un par de meses, el mismo producto como reclamo anti-violación en busca del voto femenino. Salvini sigue así el razonamiento paralelo que establece con su defensa de ampliar el derecho de los italianos a tener armas en casa para defenderse de los "intrusos".
Ya antes de que Salvini fuese al lugar de los hechos, las autoridades locales a través de los medios habían difundido que los tickets vendidos fueron 680 pero que los jóvenes que había en la discoteca Lanterna Azzurra eran unos 1.500, casi el doble. La capacidad legal del local es de 870 personas. Han aparecido incluso audios de whatsapp de personas relacionadas con la organización que reconocen la impresión de hasta seis mil tickets.
Lo que está claro según las imágenes, y así lo sostienen los abogados del grupo de padres constituidos ya casi como acusación, es que el local estaba absoluta e irresponsablemente superpoblado. Muchas personas habrían entrado al concierto de Sfera Ebbasta ya en la propia puerta, mediante impresiones paralelas a las de los tickets de venta anticipada.
La sombra de la codicia empresarial por los beneficios por encima de la seguridad sobrevuela la tragedia de Corinaldo.
En Lanterna Azzurra a muchos jóvenes se les han muerto otros jóvenes de su misma edad, conocidos o incluso amigos, prácticamente en los brazos, tratando de socorrerles. Hablamos de chicos y chicas de entre 14 y 16 años. Más la madre, de 39, que acompañaba a su hija al concierto.
Han tenido que soportar además el desprecio y las burlas por la supuesta baja calidad y ética de la música que habían ido a disfrutar en directo un viernes por la noche. La de Sfera Ebbasta, uno de los artistas de trap más exitosos, de millonarias reproducciones, de toda Italia.En la televisión, donde las letras -sin duda muy mejorables desde el punto de vista de la igualdad, pero quizá la vertiente no edulcorada de la muy sexista programación mediática mainstream italiana- han sido pasadas por la picadora, o en redes sociales donde quedan no pocos comentarios que relacionan el tipo de música con lo acontecido. Hay quien se lamenta de que haya quien muera a los 14 años por ir a ver un "gilipollas como este", escribe una usuaria. Quien se alegró de no llevar a sus hijos a estos conciertos porque "mejor ser un padre antiguo que moderno". "Mierda que genera más mierda", se puede leer.
Exacto, que pare la mierda. Que pare de caer hacia abajo.
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