El presidente francés quería justificar un homenaje al mariscal Pétain por sus logros en la Primera Guerra Mundial pero las críticas le han hecho retractarse
Emmanuel Macron elogió el pasado miércoles en un acto público la figura del mariscal Philippe Pétain por su hoja de servicios en la Primera Guerra Mundial. "Fue un gran soldado", dijo Macron, sobre quien, años después, se convertiría en el rostro del colaboracionismo nazi en la Francia ocupada por el Tercer Reich.
“El mariscal Pétain fue un gran soldado, es una realidad. La vida política, como la naturaleza humana, a veces es más compleja de lo que querríamos creer”, aseguró el presidente, para justificar un homenaje que el mariscal recibirá en los Inválidos de París el próximo sábado, junto a otras mariscales de Francia en la Gran Guerra. Macron señaló también que “se puede haber sido un gran soldado en la Primera Guerra Mundial y haber tomado decisiones funestas en la Segunda”.
Así justificó Macron a una figura histórica cuyo recuerdo en la memoria de los franceses no permanece por su faceta de héroe en la Gran Guerra, sino por la instauración del régimen de Vichy en 1940 después de la invasión nazi. En aquel momento, la Francia ocupada se estableció como un régimen títere de Hitler con Pétain a la cabeza, que ganó incialmente la confianza de muchos de los franceses, precisamente, por su papel en la Primera Guerra Mundial como defensor de Francia.
En aquellos años, Pétain se convirtió, sin embargo, en un símbolo de traición e insulto hacia la Francia que resistía la invasión en la clandestinidad. La mano nazi en el Estado francés. Por lo que las críticas no se han hecho esperar por sus declaraciones.
Este miércoles a última hora de la tarde, el portavoz del gobierno Benjamin Griveaux, intentaba achicar el agua y salvar a Macron asegurando que no se daría ningún homenaje a Pétain. “Anunciamos que honraríamos a los mariscales de la Gran Guerra. Algunos han deducido que Pétain era uno de ellos. Este no es el caso. Si estos propósitos han causado confusión, es que no fuimos lo suficientemente claros en este punto”, ha asegurado Griveaux en una publicación de Facebook.
Quizá Macron pretendiera, con la exaltación de su figura, un resurgir patriótico que recuerde los grandes momentos de Francia. Pero no hay nada de patriótico en las acciones de un hombre que llevaron a la muerte y al terror de la Francia de Vichy.