Tres claves para entender hasta dónde han llegado el odio y la división en los Estados Unidos de Donald Trump
A lo largo de esta semana, políticos y personalidades relacionadas con el Partido Demócrata han sido el objetivo de paquetes-bomba cuya finalidad era el asesinato. Entre ellos estaban Hillary y Bill Clinton, Barack Obama, el magnate George Soros o el exdirector de la CIA John Brennan. El último personaje que ha recibido una bomba es el actor Robert de Niro, según se ha conocido hoy. El servicio secreto consiguió interceptar algunos de los paquetes, mientras que el dirigido a Brennan, ahora empleado de la CNN, provocó la evacuación del edificio de Time Warner en Nueva York. En los casos de Soros y De Niro las bombas fueron retiradas por la policía cuando se dio aviso de que paquetes sospechosos habían llegado a sus casas.
Los servicios de inteligencia sospechan que detrás de los ataques hay un peligroso terrorista o un grupo, radicado en EEUU y con una fuerte ideología ultraderechista. Por el tipo de artefactos (bombas-tubería), los objetivos elegidos y el modus operandi del autor de los hechos, no cabe duda de que todos los eventos guarden conexión. Estas son tres claves para entender por qué estos incidentes son mucho más que una broma pesada o la acción de un psicópata.
Los Estados Unidos de Donald Trump están profundamente divididos
Los paquetes bomba son el último síntoma de la profunda división política que reina en EEUU desde que Trump asumió la presidencia. El presidente republicano basó su campaña en proclamas identitarias que enfrentaron al campo con la ciudad, a los obreros industriales con los profesionales liberales, a los republicanos con los demócratas o a la mayoría blanca con las minorías raciales. A lo largo de la presidencia de Trump se han vivido graves episodios de enfrentamiento social como el caso de las marchas supremacistas de Charlottesville en verano de 2017. El estilo agresivo de Trump y su forma de hacer política señalando a enemigos de forma constante ha provocado, por otro lado, que la reacción de la oposición se haya acentuado, de forma que el país está totalmente dividido, hasta el punto que ha conseguido que un individuo o un grupo ultra haya decidido eliminar o amedrentar a a políticos.
¿El resultado esperable del discurso de Trump contra sus enemigos?
Aunque la Casa Blanca y el propio Trump ha condenado en los términos más duros los ataques, no son pocos quienes señalan al presidente como el responsable moral de los paquetes bomba. Hace apenas unas semanas, Trump responsabilizó a George Soros de financiar la caravana de migrantes centroamericanos que se dirige a EEUU. Antes de este episodio, también lo señaló por apoyar las manifestaciones feministas que se oponían a la nominación de Brett Kavanaugh como juez de la Corte Suprema. Durante la campaña por las presidenciales, Trump no escatimó en ataques personales contra Hillary Clinton, un hecho que ha continuado. Los ataques directos a la CNN también se han convertido en una constante a través de tuits y ruedas de prensa. Trump ha señalado de forma incesante a los políticos demócratas, a los medios progresistas y a las élites globalistas como los enemigos públicos número uno de América. Parte de la estrategia de su discurso es señalar los males de la nación en estos grandes enemigos, ante los que él se ha autoerigido como un salvador. Así, son también los grandes enemigos de movimientos como la Alt-Right y de teóricos de la conspiración, esfera de donde se sospecha que provenga el responsable de los ataques.
Los paquetes quieren reventar las elecciones intermedias
Las bombas han sido enviadas a dos semanas de las elecciones intermedias de EEUU. Esta es una fecha electoral clave en la que los Demócratas se juegan que Trump ostente un poder casi-absoluto hasta las próximas presidenciales. Las intermedias pueden decidir las mayorías de la cámaras y una victoria Demócrata podría poner freno a la agenda de la Administración Trump. El envío de las bombas podría ser un intento de generar inestabilidad política cerca de la fecha de la votación, el próximo 6 de noviembre. Por otro lado, precisamente en esferas Alt-Right de internet, en Reddit y 4Chan, ha comenzado a circular la teoría de que los paquetes bomba los habrían enviado los propios Demócratas en una operación de falsa bandera para poner de su lado a la opinión pública ante una amenaza terrorista de la ultraderecha.
