Uno de los agentes más importantes del mundo que se hizo multimillonario a los 30 años vendiendo coches
Coutinho ha estado varios meses en tensión, esperando esa llamada que le anunciara que era jugador del Barça. Jürgen Klopp, el que fuera su entrenador en el Liverpool, ha sido el que lo ha confirmado, llegando a decir que "estaba desesperado desde julio por marcharse a Barcelona".
Al final han sido 160 millones los que se pagarán por un traspaso que se hizo oficial el sábado. Sin embargo, el brasileño sabía que se iba de Inglaterra un par de días antes. En ese tiempo se dedicó a preparar la mudanza, acompañado por su familia y su agente, ese hombre iraní que le reclutó cuando tenía 12 años.
Un fotógrafo del Daily Mail publicó varias fotografías de los entresijos del traspaso, y Kia Joorabchian aparecía en más de una.
Quizá no tenga el glamour de otros representantes, pero este businessman de 46 años es uno de los personajes más importantes en los fichajes del fútbol mundial.
Daily Mail
Se presenta a sí mismo como un asesor total que ayuda a sus clientes en asuntos burocráticos, de imagen y finanzas. Sus habilidades para la negociación de los traspasos viene de lejos. Su padre tenía un negocio de compra-venta de coches y empezó a trabajar allí de joven. Se formó en Londres, donde se afincó su familia a finales de los 70, huyendo de Teherán tras la caída del Sha.
Joorabchian se convirtió en multimillonario con poco más de 30 años gracias a sus gestiones en un fondo de inversión de Estados Unidos, lo que le llevó a intentar comprar junto a otro grupo inversor el diario ruso Kommersant. Por él también pujaban Boris Berezovsky -un empresario que se había hecho de oro con el hundimiento de la URSS- y su socio georgiano Badri Patarkatsishvili.
Estos dos hombres hicieron buenas migas con Joorabchian y acabaron por introducirle en el mundo del fútbol.
Fue en 2004, gracias al Corinthians brasileño... Joorabchian se hizo cargo del club a través de su empresa Media Sports Investments -MSI-, que pagó 35 millones de dólares por hacerse con la gestión de la entidad durante 10 años. Berezovsky y Patarkatsishvili pusieron el dinero, y el iraní se encargaba de ser la cara visible. El trato consistía en que MSI se quedaba con el 51% de los ingresos por televisión, acuerdos publicitarios y venta de entradas, además del 80% de los ingresos por traspasos.
El Corinthians fichó a Carlos Tévez y a Javier Mascherano desde el fútbol argentino, con el objetivo de revalorizar su caché y venderlos por una millonada.
Para acelerar el proceso utilizaron al West Ham como equipo puente -ambos jugadores llegaron cedidos-, desencadenando un escándalo sobre los fondos de inversión que los aficionados de la Premier League siguen recordando.
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Aquella polémica no frenó a Joorabchian, que siguió especulando en el mercado. Participó en el traspaso de Robinho al Machester City y consiguió aumentar su agenda de clientes David Luiz, William y Oscar. Todos ellos han sido traspasados por altas cantidades en las últimas temporadas.
Sin embargo, su mirlo blanco -hasta la venta de Coutinho al Barça- ha sido Marquinhos. Se convirtió en su agente con 17 años, y se lo llevó del Corinthians a la Roma por 4,5 millones de euros. Un año después, el PSG lo fichó por 40.
Su gran lunar ha sido el Múnich 1860, que hasta la temporada pasada jugaba en la segunda alemana. El dueño del club, el inversor jordano Hasan Ismaik, convirtió a Joorabchian en su asesor principal y este llenó el equipo de jugadores brasileños.
El plan era resurgir a un club histórico que llevaba desde 2004 sin pisar la Bundesliga, pero el plan se torció y descendieron a tercera el pasado verano. Ismaaik negó a seguir poniendo dinero, así que el Múnich 1860 bajó directamente a la regional de Baviera.
De esta manera, Joorabchian ha pasado de vivir la mayor hecatombe de su carrera a pegar un pelotazo de 160 millones. Puede darse por satisfecho.
