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Entrenamiento, agilidad y punch line: las batallas de gallos como nuevo deporte

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Una mezcla entre ajedrez, póker y lucha libre mental con millones de reproducciones. Así vivimos la primera liga profesional de freestyle del mundo

Omar Naboulsi

06 Mayo 2017 13:57

Fotografías: Ibar Veiga

Una sala de más de 3000 personas llena hasta la bandera, los 10 mejores freestylers del país encima del escenario y muchas ganas de que se dieran cera con el micrófono. Ese era el ambiente de la Sala Razzmatazz de Barcelona en la 1ª jornada de la Freestyle Masters Series.

O lo que es lo mismo: la primera liga profesional de batallas de gallos del mundo.



Como suena. Una temporada regular como si de la liga de fútbol se tratara, ascensos y descensos tras 9 jornadas de 5 batallas cada una donde los freestylers se enfrentan entre sí. 3 puntos para el vencedor y 0 para el que pierda, a no ser que haya réplica, ya que en ese caso se distribuyen en 2 y 1.

Quizás esa atmósfera deportiva fue la que hizo que el público empezara a cantar el himno del Barça o a corear "Isco, Isco" mientras esperaban que comenzase el espectáculo. Los 10 freestylers se presentaron con una breve improvisación cada uno antes de tirarse punch lines devastadores:

Blon, Mister Ego, Chuty, Errecé, Arkano, Invert, Hander, BTA, Skone y Zasko hicieron que la sala se viniera abajo rima tras rima. En esta lista hay 3 campeones internacionales de la Red Bull Batalla de los Gallos (Arkano, Skone e Invert), un campeón de España de Red Bull (Chuty) y seis freestylers que se han coronado campeones o han tenido grandes papeles en competiciones como Hipnotik, Gold Battle o Batalla de Maestros.



Imágenes cedidas por Urban Roosters


Tantos torneos diferentes no son casualidad, ya que en los últimos dos años la improvisación ha sido un auténtico boom en los paises de habla hispana, especialmente en España, México y Argentina, donde ya había más tradición. Los vídeos tienen millones de reproducciones y las salas y los parques se llenan para ver a los freestylers en acción.

Sin embargo, ¿en qué momento se le ocurre a alguien montar una liga federada?

La gente de Urban Roosters, la organización de hip hop más grande de España, tiene gran parte de culpa. Su director, Asier Fernández, nos cuenta cómo organizaron la Federación de Freestylers.

"La idea de la Federación se lleva formando desde hace 4 años. Estuvimos en Chile e hicimos buena relación con Batalla De Maestros -uno de los colectivos de hip hop más importante de Sudamérica-. Contactamos con distintas organizaciones y redactamos un documento de mínimos que tuvo gran acogida y ya tenemos 20 competiciones adscritas a la federación", relata Asier.

Para demostrar esta profesionalización han llevado a los freestylers al límite. Batallas de 30 minutos con rondas donde rapean sobre temáticas o palabras que les son propuestas al instante sobre diferentes instrumentales. Es todo lo necesario para demostrar versatilidad encima del escenario.




De esa fluidez sobre ritmos de trap se sirvió Zasko para ganar a Arkano, mientras que Hander utilizó mejor las palabras que le daban para destrozar a Invert, réplica incluida.

Un fenómeno que mueve a tantas personas, federado y con una liga bien organizada suena a deporte.

Blon, que en la primera jornada derrotó a Mister Ego y que tiene una sección semanal en el programa deportivo Los lunes al gol donde aparece soltando un freestyle sobre la jornada de la liga de fútbol, lo tiene claro.

"El freestyle tiene todos los ingredientes para ser un deporte: entrenamiento, práctica, competición. Es un deporte mental como el ajedrez. Estás compitiendo por ganar y entrenando para dar lo mejor de ti", asegura el campeón regional de Red Bull.





El propósito de la Liga también es divulgar el freestyle como un nuevo deporte. "Nuestro objetivo es que acabe siendo reconocido como un deporte. Al practicar hip hop te desarrollas. El póker ha sido considerado como deporte mental, en el fondo queremos seguir el mismo camino. Estamos profesionalizando el freestyle", dice Asier Fernández.

Todos los que están metidos en el mundillo lo tienen claro, se necesita una habilidad mental y un entrenamiento diario para poder competir al máximo nivel.

Para Errecé, que perdió en la Liga ante Chuty -considerado el mejor gallo del mundo junto al mexicano Aczino- tras réplica, se tiene que cambiar la concepción de las batallas de gallos. "Pienso que puede ser algo parecido a la lucha libre, un espectáculo, como un coliseo romano. Algo que puedas entrenar y llegar ahí", nos comenta el freestyler que llegó a ser primero del Ranking de Urban Roosters.



Hay un punto clave para que el público perciba las batallas como un deporte. ¿Cómo saben quien gana?

Aunque hasta el momento el jurado votaba por gustos personales, desde la Freestyle Master Series están trabajando para cambiarlo. En la 1ª jornada los miembros del jurado debían juzgar cada patrón de los rapeos para que haya un resultado más objetivo, midiendo la métrica, el flow o la contundencia de las frases.

"Vamos a instaurar un sistema de puntuación similar a deportes artísticos, es lo que falta en el freestyle", apunta Asier.

Otro aspecto que nos hace pensar que el freestyle sea ya un nuevo deporte es la dedicación de los participantes. Para competir al máximo nivel, los freestylers están prácticamente obligados a entrenar cada día y ejercitar la habilidad mental, además de aguantar la presión de subirse a un escenario delante de miles de personas.

De hecho, algunos se ganan la vida batallando. BTA, una de las grandes promesas del panorama nacional que perdió ante Skone en la jornada inaugural, nos confiesa que hoy en día sí hay dinero en las batallas: "Yo no quiero apostar a que me vaya a ganar la vida haciendo freestyle. Sería bonito y actualmente hay algunos que sí pueden vivir del free. Hace 2 años era impensable que te pagaran 100 euros por ir a una batalla".



Ese cambio de dinámica también lo ha vivido Blon, que lleva cerca de 10 años en el freestyle. "Los gallos se pueden ganar la vida rapeando. Ganas lo que generas. Estamos generando mucho contenido para red que tienen muchas reproducciones y estamos movilizando a muchísima gente", afirma el freestyler de Parets del Vallès.

La fama de los gallos entre la gente joven empieza a ser comparable a la de algunos futbolistas y las grandes marcas lo saben. Por esa razón empiezan a patrocinarles.

"Hay empresas de ropa que apuestan por nosotros. Chuty está con Nike, Skone con Reebok y yo con Great Times. Entre las marcas, los patrocinadores de los eventos y lo que vayas haciendo por tu cuenta, te puedes ganar la vida con esto", asegura Blon.



Aunque no todos puedan comer del freestyle, Errecé sostiene que los que están en la élite deberían ingresar más dinero. "No todos los gallos top se ganan la vida, pero hay 4 o 5 que se plantean vivir de esto. Hace 3 años era inconcebible. Se nos debería ayudar en estas cosas y recibir apoyo económico. Para dedicarnos 100% a esto necesitamos retribuciones", afirma.

Esta reflexión deja al descubierto el gran cambio en la tendencia de los freestylers. Hace unos años se presentaban a batallas de gallos para ganar fama como artistas y que la gente escuchara sus canciones, como hicieron Rayden o Piezas. Sin embargo, ahora quieren subirse a un escenario a batirse y cobrar por ello, ya que el dinero que genera las reproducciones de sus vídeos es superior a los temas.



Los patrocinadores también se interesan en las competiciones. "Monster, Tuenti Móvil o MásMóvil, por poner algunos ejemplos, están interesadas en eventos. El freestyle es un puente perfecto con el público joven. Nos han llegado ofertas de periódicos que quieren volver a tener contacto con el público joven y retransmitir en streaming las competiciones", comenta Asier Fernández.

Precisamente el tratamiento que tienen los medios respecto las batallas de gallos es otro aspecto que puede cambiar en poco tiempo. Ya nadie se llevaría las manos a la cabeza si una cadena de televisión retransmitiera la Freestyle Master Series, pero ninguna acaba de dar el paso porque no pueden controlar lo que vayan a decir los freestylers, es todo improvisación.

"Está cerca que los medios cubran las batallas. Al ser algo improvisado, hay cadenas que son reticientes a ello, no pueden controlar que sueltes cosas que no estén bien vistas en público. Las palabrotas o decir algo contra la Casa Real, por ejemplo. Canales más humildes sí que acabarán apostando o los streamings ya están en uso", nos dice Blon, que aparece en Gol TV.



BTA piensa que se necesita más apoyo de los medios, que vagamente escriben alguna crónica de batallas en parque o una reseña de grandes competiciones. "O avanzamos y nos volvemos más mediáticos o bien explota la burbuja y volvemos a estar como antes".

Algo en lo que coinciden los freestylers es que los grandes medios pasan de las batallas por los estereotipos sobre el hip hop. "Si tienes 45 años y te hablan del rap te imaginas a un negro del Bronx, eso en EEUU ya no pasa. En España vamos con 4-5 años de retraso, pero cambiará. Trabajamos para que nadie piense que el freestyle es una moda de 4 colgados", vaticina Asier.

Las batallas surgieron del rap, pero ya son más grandes que la propia música.

Hay muchísimo público a quien no le gusta los temas de rap pero está enganchado a las batallas. Desvincular el freestyle del rap podría ser el mecanismo ideal para acabar de expandir esta disciplina.



"Pienso que las batallas de gallos y el rap no deben estar ligados. Hay mucha gente que escucha rap y no siguen las batallas, y viceversa. Hay que saber valorarlo como un espectáculo aparte, como un monólogo o una obra de teatro. Hay que verlo como algo diferente", sostiene Blon.

En cambio BTA no ve necesaria una ruptura con la música: "Puede ir ligado y puede ir separado. Yo conozco el rap por el freestyle, pero puede haber personas a quienes les guste el rap y no el freestyle, y al revés. Lo bonito de esto es que abarca a un público muy diferente". "Veo el freestyle como una parte del rap. Un freestyler venía de la cultura hip hop, ahora gracias a la repercusión, los chavales empiezan directamente del freestyle", afirma en la misma línea Errecé.

Pero las batallas de gallos siguen vinculadas estrechamente a la música. Los grandes festivales de música pop también aprovechan el tirón y cuentan con batallas en sus carteles desde hace un par de años: sus organizaciones hacen un guiño al público hiphopero con artistas más fáciles de contratar que cualquier grupo y que además tienen un caché inferior

Por el momento.


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