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Artículo No, Tiger Woods ni conducía ni iba borracho Sports

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No, Tiger Woods ni conducía ni iba borracho

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Un medicamento, un informe policial y una foto retocada después, ya hay más luz sobre el caso

Omar Naboulsi

31 Mayo 2017 13:49

Los detalles del arresto de Tiger Woods han dejado a más de un medio con ganas de esconderse en un armario durante un tiempo, quizá a Woods el primero.



La policía ha informado de que encontraron al golfista estadounidense el lunes sobre las tres de la mañana con su Mercedes-Benz AMG S65 parado en el arcén de una avenida de Júpiter (Florida) con las luces de posición y el intermitente derecho encendidos.

Woods estaba dentro del vehículo, dormido y con la cabeza apoyada sobre el volante.

Parece una escena más propia de un capítulo de Californication que de la vida de uno de los mejores golfistas de la historia. Los agentes le despertaron con el cinturón de seguridad puesto y "extremadamente lento y confuso", tal y como detalla el informe policial. Ni siquiera pudo caminar recto ni mantenerse derecho sobre una sola pierna.

Sin embargo, no había bebido ni una sola gota de alcohol.





Al contrario de lo que dijeron decenas de medios de comunicación de todo el mundo con la foto de la detención de Woods por bandera, en la prueba de alcoholemia el resultado fue 0.00.

El golfista le dijo a los agentes que había tomado medicamentos. Fue detenido igualmente por conducir intoxicado, siendo liberado unas horas después sin tener que pagar ningún tipo de fianza.



"Entiendo la gravedad de lo que hice y asumo toda la responsabilidad de mis acciones. Quiero que el público sepa que el alcohol no estaba involucrado. Lo que ocurrió fue una reacción inesperada a unos medicamentos recetados. No me di cuenta de que la mezcla de medicamentos me había afectado tan fuertemente", reconoce Woods en un comunicado que envió a los medios.

"Me gustaría pedir disculpas con todo mi corazón a mi familia, a mis amigos y a los fans. Espero más de mí mismo también. Haré todo lo que esté a mi alcance para asegurar que esto nunca vuelva a suceder. He cooperado plenamente con la aplicación de la ley, y me gustaría agradecer personalmente a los representantes del Departamento de Policía y la oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach por su profesionalismo".



A pesar de que Woods no ha revelado de qué tipo de medicamentos se trataban, no es descabellado que estuviera bajo los efectos de fuertes calmantes.

En abril se sometió a su última operación de espalda -la cuarta cirugía en tres años en la misma zona- y aún se está recuperando.  



Pocos tuvieron en cuenta que Woods estuviera pasando un calvario por las lesiones cuando se filtró la imagen de la detención. Esos ojos hinchados y el peinado salvaje eran demasiado golosos como para no publicarlo.

En ESPN obraron de manera diferente. La cadena americana también publicó la imagen viral pero retocada con Photoshop.

Woods aparecía con un mejor aspecto y con el pelo mucho más corto. Estos cambios no pasaron desapercibidos por los usuarios de Twitter, que acusaron a ESPN de querer favorecer la imagen del golfista y realizaron montajes comparando las dos fotografías.




Cuando se descubrió el pastel, la cadena tuvo que dar explicaciones. "Utilizamos una plantilla estándar para el aire de la cabeza en las fotos, lo que hizo que el fondo se eliminase para ganar consistencia. Revisaremos este proceso para mejorarlo en el futuro", ha explicado el portavoz de ESPN, Josh Krulewitz, en el Washington Post.

Cuestiones técnicas aparte, la imagen de Woods vuelve a verse perjudicada en el peor momento de su carrera. Con 41 años, la espalda hecha unos zorros y acumulando 9 años sin ganar ningún torneo importante. Seguramente intentará que este error no signifique el estoque final a su carrera.


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