Metió sus puntos, los de Curry y los de Klay Thompson para dejar a toda una ciudad desolada
KD ha hundido él solo a una ciudad entera. Cleveland sabía que la única opción de meterse de lleno en las Finales pasaba por ganar hoy. Se palpaba en el ambiente.
Miles de personas reventando la fan zone a ritmo de trap y canastas, pubs llenos de vídeo walls y gente coreando "Green Sucks" -refiriéndose a Draymond Green, el bad boy de los Warriors-. Ese aliento parecía que llegaba a los jugadores, pero no ha servido de nada.
Durant ha metido 43 puntos para enterrar a los Cavs y ha gravado su ataúd con un triple desde 9 metros a falta de 50 segundos para poner el 100-106 en el marcador. En ese momento los aficionados se han levantado y han vuelto a casa decepcionados -el 102 a 110 final es anecdótico-.
Esos 43 puntos son su mejor marca en Playoffs, con el añadido de que los ha metido cuando su equipo más los necesitaba. Stephen Curry ha estado horrible con 11 puntos y una malísima noche en tiros de campo, mientras que Klay Thompson, con problemas en su tobillo se quedó en 10.
Durant no había sido protagonista en los dos primeros partidos de estas Finales, sacrificando el lucimiento personal para defender a LeBron. Hoy ha vuelto Iguodala de stopper tras 15 días lesionado y se ha desatado para poner el 3-0 y demostrar una vez más que es el mejor anotador del mundo.
Nadie en la historia de la NBA ha superado en las Finales esta desventaja y no parece que lo vayan a hacer los Cavs, a pesar de que tengan a LeBron James.
King James ha firmado su décimo triple-doble en las Finales, además de superar a Michael Jordan como el jugador con más partidos en la historia de los Playoffs de 30 o más puntos -110-, pero no ha sido suficiente.
En rueda de prensa se le ha visto resignado, alegando que han perdido este partido por relajarse tras el descanso y no controlar los terribles terceros cuartos de los Warriors.
"Kevin Durant es uno de los mejores jugadores contra los que he jugado. De los mejores que se hayan visto en esta liga", ha dicho alto y claro.
También ha aprovechado para hacer una comparación entre estos Warriors y los Spurs que le robaron un anillo cuando jugaba en los Heat, justo antes de volver a Cleveland.
¿Querrá decir que él también volverá a cambiar de equipo?
Sea como sea, este viernes se juega el Game 4 y puede ser el último de las Finales y quién sabe si de LeBron con la camiseta de los Cavs.
La franquicia de Ohio luchará por no ser barrida delante de su público. Aspiran a poco más. Su mala defensa del bloqueo directo y la lentitud en las rotaciones defensivas acaban condenándoles.
LeBron reconoce que el anillo se le escapó en el primer partido, cuando perdieron en la prórroga y J.R. Smith tuvo su cruce cables. Después llegó Curry y los destrozó, ahora le ha tocado a Durant.
Salvo milagro los Warriors serán campeones otra vez, lo que sería el tercer anillo en 4 años y el segundo seguido desde que ficharon a KD. Su dinastía parece no tener fin.
