River hace historia y se cita con el Madrid

No hubo incidentes pero sí un polémico control policial a la entrada del Bernabéu en el que a hinchas de Boca se les retiraban plásticos de color amarillo, el color con el que el independentismo catalán muestra su solidaridad con los presos políticos.

A 10.000 kilómetros del Monumental y 15 días después de lo debido, América tuvo campeón continental. River Plate necesitó una prórroga para ganar la Copa Libertadores 2018, la cuarta de su historia.

Boca tiene seis, es cierto, pero esta será sin duda la copa de copas, la más recordada, la que River le ganó a su eterno rival, la más larga de la historia desde que ambos equipos se clasificasen para la final el pasado 1 de noviembre. La que borra un descenso a la B.

Fue una noche de fútbol feo, dicen muchos analistas, aunque lo que fue es una noche de fútbol-control, que no es lo mismo. Había mucho miedo a perder, y era normal: ayer en el Bernabéu el que ganaba ganaba casi tanto como perdía el que perdía.

Juanfer Quintero puso en la prórroga, ante un Boca con 10, el 2-1 que fue la estocada definitiva en el corazón xeneize, un rival digno que acabó subiendo con el portero a falta todavía de cinco minutos por jugarse. Entonces, a puerta vacía, llegó el 3-1.

Uno de los que más acusó el golpe fue Guillermo Barros Schelotto. El entrenador de Boca estaba todavía con la mirada perdida durante la rueda de prensa. Marcelo Gallardo representa hoy todo lo contrario: el éxito de un ciclo ganador. Con él en el banquillo, River ha conquistado 9 títulos en 4 años. Es el más ganador de toda la historia del club junto a Ramón Díaz.

La noche acabó con las celebraciones de River en el Bernabéu -con los jugadores cargando contra Angelici, presidente de Boca, y contra el expresidente bostero Macri-, en Madrid, en Buenos Aires y en toda Argentina. La próxima cita es contra el Real Madrid en la Copa Intercontinental, si ambos se clasifican para la final, pocos días antes de Navidad.