La agencia de investigación tecnológica del ejército de EEUU ha diseñado un mecanismo capaz de transitar por el 95% de los terrenos
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) es la encargada en EEUU de desarrollar nuevas tecnologías militares.
Recientemente, la agencia ha presentado su programa Ground X-Vehicle Technologies (GXV-T), que pretende priorizar los sistemas de movilidad en los vehículos.
En ese sentido, se ha construido la “Reconfigurable Wheel–Track”, o rueda reconfigurable, que tiene la función de mejorar la capacidad de desplazarse de los futuros vehículos militares.
Esa rueda cuenta con un mecanismo que le permite transformarse en una oruga de forma triangular tipo tanque en apenas dos segundos y en pleno movimiento. Será capaz de atravesar el 95% de los terrenos.
Si está cruzando por terreno estable y duro, las ruedas se hacen circulares. Si, por el contrario, está sobre suelo blando como arena o barro, las llantas tomarán la forma triangular para convertirse en orugas.
Este proyecto es sólo uno de los múltiples en los que trabaja la DARPA.
Esta agencia, creada en 1958 como consecuencia de la Guerra Fría, ha sorprendido muchas veces por las innovaciones que desarrolla, algunas propias casi de la ciencia ficción.
Actualmente cuenta con seis departamentos: Biotecnología, Ciencias Defensivas, Innovación Informática, Tecnología de Microsistemas, Tecnología Táctica y Tecnología Estratégica. De ellos dependen más de 250 líneas de investigación.
Exoesqueleto
Entre los proyectos más llamativos en los que trabajan están los siguientes:
- Exoesqueleto. Un armazón de esqueleto ligero para soldados que puede aumentar la fuerza y la resistencia de su portador. Utiliza sensores incorporados y una microcomputadora para satisfacer los requisitos de su usuario.
- Balas teledirigidas. Aunque parezca increíble, estas balas pueden cambiar su trayectoria después de ser disparadas, lo que les permite adaptarse a condiciones meteorológicas como un fuerte viento que desvíe su trayectoria de forma natural.
- Insectos robot espías. Otra idea propia de película, pero que es la base del programa HIMENS. Usando implantes, los investigadores han demostrado que es posible estimular los cerebros de los insectos y controlarlos en vuelo. Estos insectos podrían usarse para llegar a áreas a las que los humanos o los robots no pueden acceder fácilmente. De momento ya lo han probado con polillas y escarabajos.
- Materiales autorreparables. DARPA lanzó un programa llamado Engineering Living Materials en verano de 2016, con la misión de crear materiales de construcción que crezcan. El objetivo es poder construir edificios que se reparen y se adapten a cualquier tipo de entorno de vida.
- Implantes controladores de la salud. La idea es implantar sensores diminutos debajo de la piel, y usarlos para medir biomarcadores relacionados con el oxígeno, la glucosa o la urea. Estos sensores podrían permanecer en el cuerpo hasta dos años y pasar la información directamente a dispositivos conectados como smartphones. Una versión orientada al consumidor de la misma tecnología podría un día ayudar a las personas a controlar enfermedades crónicas como la diabetes.
Todos estos avances son solo los que se han compartido con el público. Quién sabe la de proyectos todavía secretos con los que nos sorprenderán en los próximos años.
