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“Hay otros mundos, pero están en éste”, escribió una vez el poeta francés Paul Éluard. Luego la frase adornó el despacho del agende Mulder en su búsqueda de lo paranormal entre las líneas de sus Expediente X.
A veces, las redes sociales producen fenómenos que nos hacen pensar en que los mundos y realidades paralelas no tienen tanto que ver con alienígenas o espíritus, como con gentes empeñadas en las actividades más extrañas y sin aparente sentido y que, pese a todo, se hacen virales sin que nadie entienda muy bien porqué. Por diversión, por postureo, porque otros lo hacen…
Lo último del catálogo de “retos” o “challenges” está dirigido a un colectivo concreto: el de los famosos. Se conoce como “Falling Stars Challenge” y consiste en publicar fotos del actor, músico, modelo o famoso de turno literalmente tirado por los suelos, como si se acabase de caer de la peor manera posible. A ser posible, de un avión privado, una limusina o deportivo de lujo, yate u otros símbolo de su estatus de celebrity.
Con el hashtag #fallingstars2018 challenge, toda clase de famosos y famosetes están colgando sus instantáneas, especialmente en Instagram. Lo esencial es que la pose sea realmente dramática y, en principio, cuanto más espatarrado se salga, mejor.
Cabe destacar el entusiasmo con el que este reto ha sido acogido por los superricos en Rusia, muy conocidos por sus rarezas y exageraciones a la hora de exhibir sus fortunas. Esta especie de fingida cura de humildad en forma de caída ha conquistado incluso a una antigua Miss Ucrania.
El origen de este nuevo desvarío no ha sido identificado hasta el momento, aunque se cree que fue la fotógrafa rusa Lyusbasha Sheverda la que puso en marcha la moda con una serie de fotos tomadas en Barnaúl en Siberia Occidental.
Como ya se ha viralizado, todo tipo de personas han seguido la senda de la caída-fingida en busca de la mejor foto #fallingstars2018, no sabemos si por sentirse como un famoso o, simplemente, porque es lo que toca hoy.
Sea como fuere, estamos ante un fenómeno inofensivo en el que el famoso puede ser falso o no, pero la caída siempre lo es.
