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La policía le ‘taseó’ tantas veces que quedó en estado crítico. Tres días después murió

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Joshua Harvey estaba fuera de sí y no paraba de gritar. Cuatro agentes de policía decidieron usar sus tásers para reducirle. ¿Qué pasa cuando "armas no letales" acaban causando la muerte?

Playground community

08 Septiembre 2018 14:00

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La polémica vuelve a teñir una actuación policial en Estados Unidos. Sobre todo después de la publicación del vídeo que recoge el momento de la detención del joven afroamericano Joshua Harvey. En él vemos como los agentes redujeron a un Harvey desarmado pero fuera de sí mediante numerosas descargas de sus pistolas táser, un acto que muchos tachan de desproporcionado y que podría tener mucho que ver con la muerte del joven tres días más tarde.

La detención ocurrió el pasado 24 de agosto en la ciudad de Tulsa, en el estado de Oklahoma. Todo comenzó cuando varias personas llamaron al 911 reportando a un hombre que se encontraba pegando gritos y quitándose la ropa en medio de la calle.

Se trataba de Harvey, un chico de tan sólo 26 años, pero que ya era bien conocido por la policía: el joven contaba con más de una docena de antecedentes por posesión de drogas, robo en casas, sustracción de vehículos y resistencia al arresto. En este caso concreto, se cree que el joven iba bajo los efectos de la droga sintética conocida como ‘spice’.

Gracias al vídeo, todos podemos ser testigos de la discutida operación policial. Tras un primer intento de detener a un Harvey, que se encuentra sin camiseta ni zapatos, el joven escapa corriendo en dirección a un banco de los alrededores. Los agentes hasta ese momento no habían tomado en serio a Harvey. Todo cambia cuando el joven logra destrozar la puerta de cristal y meterse dentro del establecimiento.

Es entonces cuando el policía a cargo ordena a sus hombres utilizar los táser para reducir a Joshua, que a partir de ese momento es considerado una amenaza. Finalmente, logran detenerle, no sin antes propiciarle alrededor de 10 descargas eléctricas.

Joshua quedó inconsciente y fue trasladado al St John’s Medical Center, donde le declararon en estado crítico. Acabó falleciendo tres días más tarde.

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Los tásers, armas más peligrosas de lo que parecen

En Estados Unidos, el país donde la violencia policial contra los afroamericanos es un tema candente año tras año, esta noticia ha vuelto a poner el asunto sobre la mesa una pregunta: ¿Qué pasa cuando "armas no letales" acaban causando la muerte?

El debate esta vez tiene que ver con el supuesto uso desproporcionado de las pistolas de electroshock, un arma que puede ocasionar daños irreversibles si no se utiliza con responsabilidad, incluso pudiendo llegar a causar la muerte a la víctima.

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El gran problema parece ser el desconocimiento de los peligros reales del táser. Un estudio de Reuters realizado en agosto del año pasado contabilizó más de 1.000 muertes relacionadas con el uso de tásers por parte de la policía en Estados Unidos hasta la fecha.

Para ayudar a poner en contexto esa cifra hay que decir que los cuerpos de policía de EEUU comenzaron a introducir progresivamente el uso de tásers como arma reglamentaria a partir del año 2000. También que, según el estudio de Reuters, nueve de cada diez de esas personas fallecidas estaban desarmadas en el momento de su detención, y uno de cada cuatro sufría algún tipo de enfermedad mental o desorden neurológico.

Aún sin conocer los resultados de la autopsia de Harvey, ¿no parece desproporcionado que cuatro agentes usen hasta en diez ocasiones sus pistolas eléctricas para reducir a un hombre solo y desarmado?

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