Un agradable día en la playa se convirtió en pesadilla cuando una raya se enganchó a los genitales de este hombre.
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Nadar en el mar suele ser una actividad divertida pero… ¡cuidado con las criaturas marinas!
La escena del vídeo sucedió el pasado 1 de septiembre en la playa de Sanya, en la provincia china de Hainan, según informa el China Times. Era mediodía cuando muchos de los presentes en aquella playa se sobresaltaron con la llegada a la orilla, casi a rastras, de un joven que no podía ocultar su dolor. El hombre había estado nadando y sufrió un incidente inesperado, y muy poco común, al cruzarse con una raya.
No está claro cómo sucedió, pero el caso es que la raya le clavó el aguijón en sus genitales al hombre, causándole una terrible agonía. Sí, suena ciertamente doloroso.
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Al pobre hombre no le quedó más remedio que esperar tumbado a que llegara el personal de emergencias. Aunque no tardaron en llegar, en un principio no pudieron sacarle el aguijón de la raya ya que estaba enganchado firmemente. Al no tener otra opción, el personal médico tuvo que usar un par de tijeras para cortar la cola de la raya que estaba unida a los genitales del hombre.
Posteriormente fue trasladado al hospital para un chequeo, donde los doctores comprobaron que su condición era estable y que no había otras lesiones.
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Según los expertos en el comportamiento de las rayas, su ataque a personas rara vez ocurre y, de producirse, suele estar provocado por la imprudencia de estas.
Las rayas son animales relativamente inofensivos que no atacan a menos que se sientan amenazados. De hecho, su primera reacción frente al peligro es nadar lejos de él. Sin embargo, si son atacadas embisten con su aguijón en forma de serrucho. Éste se rompe tras el ataque, aunque luego vuelve a crecerle como a nosotros las uñas.
Tanto si eres un simple bañista como un experto submarinista, la mejor forma de evitar el peligro si te cruzas con una raya es seguir una norma básica muy sencilla: no te entrometas en la vida marina ni toques o molestes a los animales.
Insistimos en que no son animales agresivos, pero si las personas se les acercan demasiado invadiendo su espacio, reaccionarán por temor o defensa. Y la picadura de una raya puede ser fatal según dónde te clave su aguijón.
Además del dolor físico que provoca, algunas especies son venenosas. Pueden inocularte una toxina que penetra en la piel y causa fuertes espasmos musculares, parálisis e irritación. Si la víctima es golpeada en el pecho, puede llegar a provocar un paro cardíaco.
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